La discapacidad no es física, es mental. “En 2008 pensé que se acabó mi vida, pero volví a nacer”: Charly

I. Carolina Campos

Charly es un hombre que le da gracias a Dios por la nueva oportunidad de vida que le dio en el 2008; comparte su historia con nuestros lectores de Ojo Águila.

Ya se han cumplido 15 años del accidente que el 16 de noviembre de 2008 marcó su vida. Charly recuerda ese día en que, divertido, volaba su papalote, todo iba bien hasta que el juguete de papel se atoró en un cable de media tensión.

“A 15 años del accidente que cambió mi vida para siempre, recuerdo ese 16 de noviembre de 2008 cuando apenas tenia la edad de 10 años, me encontraba en la segunda planta de mi casa volando mi papalote, para mi mala suerte, el sin querer se enredó en los cables de media tensión; como todo niño inquieto, quise jalar mi papalote agarrando con la mano derecha un pedazo de aluminio y con la mano izquierda me detuve de la varilla de la azotea de mi casa…”

“…Como ustedes se imaginarán, me electrocuté, y la misma electricidad me aventó del segundo piso al adoquín de la calle, estuve en coma; de hecho a mi familia ya no le daban esperanzas de que yo siguiera vivo. Desperté del coma pero lamentablemente tuve una fractura en el pie izquierdo”.

Charly da gracias a Dios porque a pesar de la descarga eléctrica y el fuerte golpe que sufrió con la caída, se encuentra bien, pero no sólo eso, pues como consecuencia de la descarga una de sus manos resultó muy lesionada, de tal forma que fue necesario que la mano izquierda le fuera amputada.

En este mes de noviembre, a 15 años del accidente, hoy Charly puede contar su historia y compartirla con nuestros lectores.

“Tristemente la mano izquierda no aguantó y me la tuvieron que amputar. Mi mano derecha hoy en día sigue en recuperación, sin movilidad…”

“… Estoy tan Agradecido con Dios por la segunda oportunidad de vida que me dio, Él tiene un propósito en mí y lo cumpliré. Les comparto mi historia. Tengo una discapacidad diferente y no me he dado por vencido, nunca lo haré, le echo ganas y a los que me conocen saben que me ha costado salir adelante, pero lo he logrado con la ayuda de Dios”.

Charly dice estar muy agradecido con su familia, en especial con sus padres, Gilberto (Q.E.P.D.) y Elizabeth, sus hermanos, su hermana, amigos y conocidos por estar con él en los momentos más difíciles donde Dios le dio una segunda oportunidad.

También reconoce el apoyo de sus cuñadas y cuñado que en todo momento estuvieron atentos impulsándolo a salir adelante, que no lo dejaron solo y por lo que siempre estará agradecido con toda la gente que en esos días lo ayudó.

Charly envía un mensaje a nuestros lectores, “La discapacidad no está en el estado físico, sino en la capacidad de la mente; porque el verdadero guerrero no abandona la batalla”.

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