Por: Hugo Valadez Hernández
En la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a la entidad Tlaxcalteca, se dio un informe a través de los delegados federales para la seguridad y la salud pública, en el que se refleja la dura vida de los ciudadanos de a pie, respecto a estos temas en la entidad. Datos que contrastaron incluso con los que manejó en su discurso de bienvenida la gobernadora Lorena Cuellar Cisneros. Datos oficiales que, analizados bien, no es exagerado compararlos con las terribles amenazas para cruzar el Estrecho de Mesina, entre Calabria y Sicilia, en el extremo sur de Italia, donde según la mitología homérica se hallaban el monstruo Escilia y el remolino Caribdis, por donde Odiseo debía cruzar para volver a Ítaca, su hogar . Circe, la hechicera que creo a Escilia, aconsejaba cruzar por el lado de esta última, ya que por este lado podrían sobrevivir algunos.
En nuestra realidad, no tenemos opción de elegir entre ser víctima de la enfermedad o de la inseguridad. En nuestro país ambas cargan con alto grado de letalidad.
Inseguridad. En el portal laopcion.com del 12 de febrero, se lee: van más de 112 mil homicidios dolosos durante sexenio de AMLO. Haciendo la comparativa de las muertes en el mismo periodo en otros sexenios, el actual Gobierno encabeza el registro de dicho delito con 112 mil 438 incidentes, superior al de la Administración pasada con Enrique Peña Nieto, que registró 67 mil 388. En el mismo periodo de gobierno del expresidente Felipe Calderón se registraron 45 mil 417 asesinatos, y, en el gobierno del expresidente Vicente Fox, se registraron 43 mil 77.” 112 mil es casi igual a la cantidad de habitantes que tiene el municipio de Tlaxcala 99, 896 más los habitantes del municipio de Tenancingo 12, 974 (INEGI 2020).
En el diario EL ECONOMISTA del 3-01-2022 dice: En su informe especial “Crimen organizado y violencia en México”, la organización Justice in Mexico hizo un análisis sobre la incidencia delictiva en nuestro país, y afirmó que entre enero y noviembre del 2021, el número de víctimas de homicidio doloso aumentó en 11 estados (Zacatecas, Nayarit, Morelos, Sonora, Campeche, Nuevo León, Michoacán, Chiapas, Baja California, San Luis Potosí y Tlaxcala). Tlaxcala sale en la foto.
En Tlaxcala las cosas respecto a seguridad pública no pintan de color de rosa. La entidad ocupa el séptimo lugar a nivel nacional en robo de vehículos, octavo lugar en secuestros, décimo lugar en la trata de personas y, por si fuera poco, respecto al robo de hidrocarburos la entidad tiene 590 tomas clandestinas (mañanera del 4 de febrero).
En salud, con respecto a este tema, basta revisar y comparar la cifra de muertos por la pandemia. Nuestro país ocupa el quinto lugar, con 311 554 decesos por esta causa, por detrás de Estados Unidos, Brasil, India y Rusia, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins. Sin embargo las demás enfermedades mortales no se retiraron con la pandemia. Aquí se suma la falta de medicamentos, la falta de personal e infraestructura.
¿Qué hay con Tlaxcala? A 5 meses de gobierno morenista no nos podíamos esperar algo diferente a lo que está ocurriendo a nivel nacional respecto al manejo de la pandemia. El 3 de febrero, Rubén Hernández en el medio digital QUADRATIN escribe: sin camas hospitales de Tlaxcala, al tope por Covid 19, y dice: “Tlaxcala sumó en tan solo 24 horas 530 personas contagiadas en su cifra oficial y la ocupación hospitalaria al 100 por ciento, según el reporte del Sistema de Información de la Red IRAG al 1 de febrero de este año (…) encabeza las entidades con mayor ocupación de camas en hospitales al 100 por ciento, seguida de la Ciudad de México (CDMX)…”
Ahora bien. De acuerdo al portal: https://www.mexicosocial.org/los-estados-con-los-peores-servicios-de-salud/ nos dice que en Tlaxcala solo el 35.7 % de la ciudadanía está satisfecho con los servicios de salud, respecto a la existencia de medicamentos solo está satisfecha el 29 % de la población, respecto al indicador de insuficiencia de personal médico en clínicas y hospitales de la secretaria de Salud Pública, la población satisfecha es el 42.6 % (el segundo porcentaje más bajo a nivel nacional después de Oaxaca) y en el ítem de espacios que no tengan saturación solo el 27 % aprueba que en Tlaxcala no hay saturación de pacientes.
El sistema de salud pública es de mala calidad, como podemos ver en las estadísticas, sin embargo, la realidad nos demuestra que puede ser aún peor, por experiencia propia conozco centros de salud en la zona oriente del estado que deben atender a campesinos y amas de casa de varias comunidades, teniendo saturación de pacientes y haciéndolos esperar horas; existen casas de salud abandonadas, sin equipo, sin medicamentos ni doctor; en el hospital urbano de Huamantla la gente debe sacar ficha desde la 6 de la mañana (dando un número de fichas que se pueden contar con los dedos) y deben esperar algunos hasta las 14:00 hrs para que puedan pasar a consulta, sumado a ello la atención discriminatoria y poco amable que otorgan; y si se requieren estudios, es posible que la realización de estos lleve días (si es que los hay).
Esa es la realidad que atraviesa el pueblo, sorprende que la gobernadora salga a decir que “vamos bien” y muchos medios y escritores le sigan el juego, cuando los dos fenómenos aquí descritos devoran o hunden a miles de Tlaxcaltecas. Sin embargo, aún existimos quienes estamos del lado de la verdad y en defensa de los intereses populares.
