Exhiben a exdirigente del PRI, Oscar Amador, por usurero y violentador

I. Carolina Campos

Integrantes de una familia que fue agredida por el exdirigente estatal del PRI, Oscar Amador Xochitiotzi, exigieron se activen las medidas de protección en su favor y se haga justicia con perspectiva de género, luego de que él atacara con carne, frijoles y aceite hirviendo a Ingrid, su mamá y su abuelo la noche del pasado 8 de diciembre, en calles céntricas de Chiautempan.

Fueron activistas feministas y de derechos humanos encabezadas por Eréndira Jiménez Montiel, de la asociación civil “Nosotrxs”, quienes esta mañana respaldaron en una rueda de prensa a las víctimas, quienes subrayaron que se han negado a firmar un acuerdo reparatorio que la familia del agresor les ofreció, porque ha sido bajo amenazas y con el argumento de que “no fue para tanto”.

Como fue exhibido en este medio, esa noche, Amador Xochitiotzi acudió, en presunto estado de ebriedad y acompañado de otros sujetos, al domicilio de la familia de Ingrid en calle Progreso para cobrar el abono de un préstamo; sin embargo, al encontrar respuesta negativa, causó destrozos en el local de comida y uso alimentos hirviendo para atacar a los presentes, dos mujeres y un adulto mayor.

Grecia, la madre de familia, explicó que Oscar Amador presta dinero pero se vuelve usura cuando incrementa de forma excesiva los recargos semanales; eso fue lo que desató su ira al querer cobrarse con algunas garantías del domicilio.

En tanto, Jiménez Montiel junto con otras activistas, exigieron que Ingrid, quien sufrió quemaduras de primer nivel en su brazo izquierdo, junto con los suyos, tengan acceso a la justicia y no se proteja a quien también se ostenta como político y como próximo candidato a un cargo de elección popular.

Al mismo tiempo, demandaron al Ayuntamiento de Chiautempan, a través de la Comisaría de Seguridad Pública, que cumpla con las medidas de protección para la familia dictada por un juez, consistentes en vigilancia permanente frente a su casa y la firma de la bitácora correspondiente, para prevenir un eventual ataque del agresor o sus cómplices.

Remarcaron que por tratarse de dos mujeres y un adulto mayor, se trata de víctimas de alta vulnerabilidad y eso no se puede soslayar, por lo que el acceso a la justicia es como principio y derecho.

Por su parte, Ingrid remarcó: “pido justicia porque me enteré que partidos políticos lo están buscando (a Oscar para ser candidato) y lo que menos queremos es tener un agresor como político. Yo vivo con miedo de no salir tranquila a la calle, también temo por mi familia”.