Guadalupe Morales Islas
Trabajar en la empresa que Carlos Slim tiene en Tlaxcala es conocer personalmente toda forma de abusos individuales y colectivas y conocer las violaciones que empresa y sindicato cometen a la Ley Federal del Trabajo y cualquier norma que debiera proteger al obrero.
Intimidaciones, acoso sexual y laboral, despidos injustificados, bajos salarios, negativa a entregar utilidades y pésimo ambiente laboral, equipos obsoletos, son algunas de las denuncias reiteradas de un grupo de trabajadores en activo y ex empleados de AMATECH hacen a este medio de comunicación y que, aseguran, son del conocimiento de las autoridades laborales estatales y federales y de su sindicato sin que haya respuesta.
Y los operarios, al hablar de su supuesta representación dicen que el Sindicato de Trabajadores en General y del Comercio de la República Mexicana, sección 10, adherida a la CROC y encabezada por Hugo Ramos Ramírez es, lo menos, cómplice y beneficiario de los abusos y explotación de los trabajadores.
Comentan que en clara violación a los derechos humanos y laborales, como una burla a las leyes y como una burla y humillación a los empleados, los obligan a firmar su renuncia en una hoja en blanco o en donde en caso de ser despedidos, se dan por pagados en todos sus derechos y con un finiquito justo. En eso hay una lacerante impunidad y complicidad con el sindicato.
Pero además documentan acoso sexual por parte de representantes sindicales y personal masculino de confianza de la empresa. También les niegan permiso de faltar por cuestión de enfermedad o por emergencia y aseguran, en sus puntos de trabajo sufren el acoso de supervisoras que las agreden por cualquier cosa.
Tras preguntarse por qué la empresa habla de pérdidas o de imposibilidad de repartir utilidades sigue reclutando a nuevo personal, lamentan la indefensión en la que se encuentran los alrededor de 3 mil trabajadores de AMATECH, pues el incremento salarial no se ha hecho realidad en esa empresa de comunicaciones y, expresan, como burla a la razón y a la ley, en complicidad con el sindicato, otorgaron 12 o 15 o hasta 50 pesos por concepto de utilidades por el ejercicio fiscal 2022-2023.
Enfatizan: estamos peor que antes de la huelga. Porque, aseguran, “ahora no hay absolutamente nadie que nos escuche y nos defienda. De nuestra situación tienen conocimiento las autoridades y hemos acudido personalmente ante nuestro secretario general, Alejandro Grande, para denunciar un despido injustificado y simplemente nos pide firmar, en clara e impune complicidad”
Dicen que trabajar en AMATECH es sinónimo de incertidumbre, explotación, injusticias, miedo y amenazas constantes. Y tampoco se explican por qué tanto odio hacia las mismas mujeres “aquí no se conoce igualdad o empatía; la violencia de género la ejerce el mismo género y el acoso sexual y laboral es constante sin que nadie escuche las quejas.
Por eso es que por este medio, trabajadoras en activo y ex empleadas de esa empresa ubicada en el municipio de Tlaxcala, exigen fin a la explotación laboral, fin al contubernio del sindicato adherido a la CROC, atención de las autoridades estatales y federales y suplican a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros escuchar la voz de la mujer que es tratada, dicen, de forma humillante y burlándose de su dignidad y necesidad.