El show de la consulta 

Bernardino Vazquez Mazatzi

Escritor y Periodista

Las leyes no se pueden consultar o dicho de otro modo, su aplicación, cumplimiento, ejercicio, observación y obediencia no pueden ni deben estar sujetas a la opinión de la gente sea esta experta en el tema o no, pues la opinión sobre el asunto siempre dependerá del estado de ánimo o de la animadversión o simpatía de quien necesite una propuesta de castigo o una sentencia en contra de quien vaya dirigido el juicio y castigo popular que siempre, será la peor forma de hacer valer las leyes y dignificar las instituciones del estado.

El juicio a los ex presidentes de la república o a cualquier ciudadano debe estar basado en lo que las instituciones encargadas de procurar la justicia dicten, y nunca en filias o fobias de grupos, sectores, clanes, clases sociales, individuos o en consideración de tiempos o circunstancias sean estas positivas o negativas o que condicionen aprobaciones, aplausos, rating, rechazos o ganas de quedar bien con algunos o mal con muchos.

Si la aplicación de la ley tuviera que someterse, en todos sus casos y tiempos, a la opinión o voluntad de la gente, entonces las sentencias o absoluciones dependerían siempre del estado de ánimo del populacho que basado más en sentimientos que en preceptos, códigos o fueros, emitiría sentencias injustas o declararía inocentes a culpables de acuerdo a su percepción del hecho e imagen del individuo.

La consulta para llevar a juicio a los anteriores presidentes de la república mexicana es un show mediático, un espectáculo romano de Coliseo, un montaje publicitario y una novela de final altamente predecible pues el juicio popular, el rencor acumulado, la ignorancia a modo, las ganas de quedar bien con alguien, el presunto derecho de erigirse en juez y las ganas de fregar van a hacer juicio a conveniencia sin derecho a defenderse y van a dictar sentencia condenatoria de fusilamiento inmediato o muerte lenta por tortura.

O quién su sano juicio va a creer que los resultados de la consulta serán a favor de los ya linchados ex mandatarios quienes por cierto, por creerse inocentes, porque ni siquiera están esterados de las acusaciones en su contra o porque consideran que el pueblo no merece ni siquiera una mirada de soslayo, no han dicho una sola palabra. Quizá saben que esa consulta no sirve para nada; tal vez sea un acuerdo político de anteriores y actuales gobernantes para darle pan y circo al pueblo o tal vez ese ejercicio presuntamente democrático no sea más que una cortina de humo.

En una sociedad como la mexicana, en una cultura civilizada e inteligente, la inocencia y la culpabilidad se demuestran en los juicios y las pruebas en contra o a favor en una acusación las valoran los jueces… nunca en los tiempos modernos han sido las masas o un sector privilegiado quienes han hecho justicia mediante la aplicación de una ley emergente o improvisada. El show por el momento está cumpliendo su objetivo distractor y hace creer a unos cuantos resentidos que tienen el poder de lograr su venganza.

Es triste ver cómo desde el poder se utiliza el resentimiento generalizado, el rencor acumulado, el desprecio al supuesto represor y opresor y al presunto homicida o bandido para, por un lado, linchar al contrario y por el otro, para mantener el pensamiento y las manos ocupadas de unos cuantos en juicios y sentencias de a mentiras. Porque, ¿a poco un jurado legalmente constituido va a contar las firmas para dictar sentencia condenatoria? ¿Quién los engañó? ¿Por qué hay gente tan inocente… o tan ignorante?

Los ex presidentes de la república pueden ser tan inocentes o tan culpables como a usted le parezca o le acomode, pueden merecer cadena perpetua o silla eléctrica y hasta una sentencia a trabajos forzados, pero eso nunca dependerá de firmas ni de opiniones, sino de lo que dictan las leyes en un estado de derecho. Se van a juntar miles de firmas condenatorias, se registrará la participación de miles de ciudadanos pero eso, sólo significa que hay miles de mexicanos con ganas de convertirse en jueces o que hay miles de inocentes que creen que de esta forma a los presuntos culpables les va a caer el castigo divino y que esa consulta alcanzara para mandar a esos malos gobiernos al infierno.

En fin, el show debe continuar…