Líder del Centro Empresarial de Tlaxcala se dirige a los socios
Redacción
Estimado amigo empresario Lo saludo con gran afecto al inicio de este nuevo año, que para todos representa una nueva oportunidad de introspección, evaluación y planeación.
En este ejercicio empresarial es importante conocer la situación que prevalece en nuestro entorno inmediato por lo que tomaré algunas líneas para realizar algunas reflexiones que espero coadyuven en este proceso.
Para todos es claro que la gran aportación al desarrollo económico y social de nuestro estado y país es la generación de empleo contribuyendo con la creación y adecuada distribución de riqueza; por ésta razón me detengo a analizar la composición de la PEA (Población Económicamente Activa) en nuestro estado la cual asciende al 61% del total de la población mayor de 15 años.
En Tlaxcala tenemos una de las tasas de ocupación más altas del país: · 95% de ocupación · 5% de desocupación en el estado. Por lo que en el sector patronal consideramos a Tlaxcala como un estado de gente trabajadora, esta situación debe mantener una constante para construir una política integral y elevar el ingreso de los trabajadores y las familias. De estas personas ocupadas el 85% están dedicadas a sectores empresariales como la construcción, la industria, el comercio y los servicios y solo el 15% al gobierno y al sector primario según los datos del INEGI.
Lo anterior implicaría una estructura sólida para proyectar un crecimiento sostenido en nuestro estado sin embargo contamos con una sombra que lo impide y que representa el principal reto a afrontar y resolver, la informalidad. En nuestro estado contamos con una tasa de informalidad del 71%, esto es de cada 10 personas ocupadas 7 se encuentran en un riesgo inminente al no contar con seguridad social, no cuentan con los beneficios del Infonavit y por ende no participan en la base tributaria de nuestro país.
Así, Tlaxcala necesita fortalecer su economía a través de un proceso de incorporación a la formalidad, a través de una conjunción de políticas públicas que promuevan el crecimiento de las empresas y faciliten los trámites administrativos y fiscales para su incorporación.
Si bien, esta situación es de carácter general en México, es más grave en el estado ya que la tasa de informalidad del país es del 57.8%, esto 13.3% menor a la de Tlaxcala y nos encontramos a solo 10 pp del estado con mayor informalidad que es Guerrero con el 80.1%.
Si a este porcentaje le eliminamos lo que la informalidad en el sector primario aporta, la situación se agrava, ya que la tasa de informalidad de los sectores secundario y terciario se ubica en los 68.2% y eleva al estado al cuarto lugar de informalidad del país después de Guerreo, Oaxaca e Hidalgo siendo Guerrero el más alto con el 72.9%.
Esta información refleja una situación de compromiso laboral en el estado, lo que nos lleva a plantear nuestro reto como empresarios en nuestra nueva cultura COPARMEX, nos lleva a tener una visión clara de direccionar los esfuerzos a construir una cultura de la formalidad, con un esquema de trabajo que involucre a todas las partes del proceso productivo, incluidos a los colaboradores, empresarios y los funcionarios de los tres órdenes de gobierno para que con política pública acompañen y soporten el crecimiento de las empresas.
Este diálogo que buscamos hacer propio dentro de nuestras empresas deberá ser compartido por parte del sector gubernamental, ya que índices del Inegi reflejan participación de la informalidad en organismos gubernamentales, lo que acentúa de manera considerable la informalidad dentro del estado.
Ante esto, seguiremos participando de manera decidida en el Grupo de Trabajo para la Formalización del Empleo y la Competitividad del Estado en donde llevaremos la postura patronal de nuestros socios y agremiados.
La única solución viable y sustentable en el tiempo, es trabajar en conjunto empresarios, colaboradores y estado a través de políticas públicas, que promuevan el crecimiento de las empresas para llevarlas de manera natural a la formalización, productividad y competitividad, lo que generará empleos de calidad que se traduzcan en mayores ingresos.