El Quijote Santanero | La importancia de consumir local

Por: Jesús Abraham Fragoso

 

Han pasado ya 50 días desde que el Gobernador del Estado dio la indicación de suspender clases en todos los niveles, así también ha pasado más de un mes desde que gimnasios, parques, centros de diversión y más cerraron sus puertas al público.

Si bien es de fundamental importancia seguir las indicaciones que el Gobierno Federal nos da día a día, también es cierto que en todo el País más del 57% de la economía trabaja en la informalidad y día a día. (Forbes 2019)

Pongamos el ejemplo más cercano, el caso específico de Chiautempan; todos conocemos a las personas que diario salen a las calles del centro a vender sus productos de entre los que podemos encontrar gelatinas, fruta, tacos de canasta, frituras, helados, verduras, entre otros; además de no olvidar a las personas que venden afuera de las escuelas por la mañana y por la tarde…

Así también todos compramos por lo menos una vez a la semana en los negocios donde venden quesadillas, hot dogs, hamburguesas, carnitas y demás productos alimenticios, además de cómo no adquirir los domingos en el Parque un chicharrón preparado, pasar a bolearte tus zapatos con los amigos boleros del Parque o simplemente subir a tus hijos al juego inflable que se pone al lado de la parroquia.

El tema es que las reglas son claras y precisas: Quédate en tu casa y no salgas.

Pero entonces, ¿qué pasa con esa gente que diario sale a trabajar o que paga la renta de un local para vender sus productos y/o servicios?

La economía de manera sencilla fluye de forma rápida entre oferentes y demandantes ante la necesidad de consumo de algún producto o servicio.

En todo el País a pesar del peligro de contagio, los comerciantes han seguido trabajando ante la necesidad de tener dinero para subsanar los gastos familiares. Y todos conocemos por los menos a una persona trabajando de esta forma. Por eso es muy importante que consumamos en tiendas y negocios locales.

Vamos a poner un ejemplo:

Don Javier N.  tiene 3 hijos y trabaja vendiendo frutas y frituras afuera de la escuela primaria Josefa Ortiz de Domínguez en el centro de lunes a viernes por la mañana y por la tarde, así también los días sábados y domingos trabaja en el Parque Hidalgo vendiendo comida; sin embargo desde el 16 de marzo ya no pudo trabajar en la escuela debido a que suspendieron clases por le Pandemia de Covid-19.

Así también desde el sábado 04 de abril se vio imposibilitado de trabajar en el Parque, debido a que clausuraron parques y centros recreativos desde esta fecha en Santa Ana.

Ayer lunes 04 de mayo su hijo menor enfermó de infección en el estómago y hoy se encuentra en una situación médica sumamente delicada por no acudir al doctor a tiempo; el Sr. Javier lleva casi un mes laborando en trabajos de medio tiempo; sin embargo esto solo le ha servido para la mantención básica de su familia, y hoy está en problemas graves al no tener dinero para atender a su hijo menor. De repente uno de sus conocidos le marca por teléfono y le propone un negocio que le dejará mayores ganancias y en menos tiempo que su trabajo diario: robar autopartes.

Sin querer, pero con la necesidad del dinero Javier acepta y por la noche se dedica a robar llantas en las principales calles de Chiautempan. Al amanecer Javier tiene 5mil pesos en su cartera y atiende de manera oportuna a su hijo…

Dos meses después Javier nunca regresó a vender fruta a la escuela ni a vender comida en el Parque Hidalgo los domingos; se dio cuenta que en la delincuencia podía ganar en una noche lo que le costaba casi una quincena generar en su trabajo en la escuela y en el parque; el precio era simple: robar a sus vecinos y paisanos.

Y Javier empieza a invitar a sus amigos a trabajar con él y hacer dinero rápido…

Pudiera sonar absurdo este ejemplo, pero es real; en México la delincuencia ha crecido por falta de oportunidades reales de crecimiento, por falta de acceso a educación, por falta de impulso al deporte y jóvenes talentos; nuestro México se inundó de cárteles y de sicarios, cuando a las familias les dejó alcanzar para lo más básico.

Seamos empáticos y si bien hay que seguir de forma responsable las indicaciones de seguridad al salir a la calle; también es real que es necesario tendernos la mano con nuestros paisanos y ayudar a quienes podamos. No podemos permitir que eso les pase a nuestros comerciantes.

No queremos un Javier N. más, ni uno solo.

Por eso es súper importante que nos solidaricemos con los comercios locales; cómprale al señor de la fruta, cómprale al que vende tortas en el centro, a los que bolean zapatos, a los que venden accesorios, etc…

Depende de nosotros sostenernos hasta que acabe esto.

No tengo duda de que México es un País de gente solidaria y con empatía.

Sé muy bien que nuestra gente nos tiende la mano cuando la necesitamos.

Sí podemos. Sí queremos.

#ConsumeLocal #CorazonesSolidarios #JuntosSíPodemos.

Fb: Jesús Abraham Fragoso

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