La Pluma más Rápida/Columna
El movimiento que iniciaron muchas activistas, cuyas luchas han pasado a la historia del feminismo, ha tomado más fuerza que nunca en las últimas décadas, y el próximo 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, no será la excepción.
En un país como México, el estado de Tlaxcala destaca por el respeto a la libre manifestación, incluso, cada año va en aumento el número de mujeres que se unen a la movilización para exigir a las autoridades les garanticen una vida libre de todos los tipo de violencias.
Y es verdad que hay un avance en la construcción del marco legislativo federal y estatal, a fin de garantizar el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia, libres de explotación y para generar la igualdad en el ejercicio de derechos de hombres y mujeres.
Sin embargo, las colectivas integradas por feministas, hacen un reclamo muy sentido, que es, la falta de diálogo por parte de las autoridades gobernantes, y lo que empezó con unas cuantas activistas en sexenios pasados, ahora, será una movilización, quizá, de miles de personas.
Para las protestas del miércoles #8M2023 se considera la participación de unas diez organizaciones sociales, pero también se sumarán grupos que apoyan las luchas feministas, que más allá de los reclamos buscan una cosa, ser escuchadas.
Las autoridades encargadas de la impartición de la justicia aun no terminan de comprender que las consignas no son contra ellas, ni contra los monumentos, sino ante la tardía justicia para las familias que perdieron una madre, una esposa, una hija o una hermana en situaciones inhumanas.
Y aún cuando se han detenido a los agresores, aún cuando se tienen todos los elementos para dictaminar una sentencia, el proceso se vicia y muchos quedan en total impunidad, por eso, la leyenda de #NiperdónNiOlvido, #NoMeRegalesFlores o #NoMeFelicites.
Lo interesante será ver la estrategia gubernamental qué se implementará ante el movimiento feminista, pues la forma es fondo, porque los sexenios pasados ni siquiera le tomaron la importancia debida como lo hace ahora el gobierno estatal.
Así que más allá de filias y fobias, el 8 de Marzo, resulta una gran oportunidad para empatizar con las causas justas, para empujar y obligar a un sistema gubernamental a evolucionar hacia una sociedad más justa y más igualitaria.
