Bernardino Vazquez Mazatzi
Escritor y Periodista
El famoso pacto de unidad que firman obligados los numerosos morenistas que quieren ser presidentes municipales es una ilusión para MORENA. Su cumplimiento es obligado sólo para los aspirantes, pero no para la gente que los apoya y que los impulsa o financia por interés. Atrás de las figuras visibles están importantes liderazgos que han prometido no seguir apoyando al partido en el poder en caso de que su gallo no sea el palomeado.
Es un secreto a voces y un rumor que no llega hasta las dirigencias nacional, estatal y municipal de MORENA la versión de importantes personajes que abandonarán el barco pues se consideran utilizados y puestos al servicio de oscuros intereses sin su consentimiento.
De estrada, los seguidores de cada aspirante ya están conscientes y seguros de que la tan mentada encuesta es una mentira y que los resultados que se ofrezcan producto de un estudio demoscópico fantasma son en realidad un dedazo, una decisión cupular, un capricho de quien o quienes tienen el poder de poner y quitar, pero, jamás de cara a la militancia ni a la de los simpatizantes.
De cualquier forma, el pacto de cumplimiento voluntario no obliga a nadie a permanecer en el partido guinda; su firma fue una estrategia para mantener distraídos a los opositores. El evento que tuvo lugar en cada municipio en que se detectó una peligrosa inquietud y confusión de los militantes fue un mensaje que no a todos agradó y en algunos casos, ha tenido resultados contraproducentes. Se revirtió.
Así es como escuchamos de esos numerosos aspirantes a candidatos un silencioso pero contundente rechazo a la forma en que los han tenido inactivos, atados, agachados y mudos, pero eso sí, con el juramento y promesa de que todos y cada uno es el seguro, el señalado, el afortunado, que está por encima de los demás pues como ninguno, tiene el respaldo de allá arriba.
Eso les dicen a todos. Y en un principio todos se lo creyeron pues cada uno, creía, estaba apadrinado o bendecido por algunos de los muchos líderes o caciques morenistas. Es decir, unos, eran la recomendación de AMLO, otros, del dirigente del partido, otro más, de Marcelo Ebrard; alguien, de Claudia; allá dos aseguraban ser bendecidos por el dedo de LCC y uno que otro creyó que le bastaba ser guapo o guapa para ser el elegido… muchos aún se dicen consentidos de importantes e influyentes líderes y que por eso…
Los plazos fijados por la misma dirigencia de MORENA para dar a conocer nombres no se cumplieron. Eso hizo enojar a las decenas de suspirantes y anhelantes. Ahora ven que el objetivo era mantenerlos en el corral y soltarlos al cuarto para las 12, a la hora que ya no tuvieran margen de maniobra y pudieran irse a otro redil… mal cálculo. Entre ellos privó la confusión, la duda y la inconformidad mientras que otros partidos y candidatos avanzaron, y mucho.
Se dicen engañados, burlados, utilizados… aunque no lo digan, aunque ante sus dueños se digan sumisos, obedientes y disciplinados. Y si los inscritos y firmantes de un pacto al que nada lo sostiene ya rumoran inconformidad y amenazan huida, quienes los apoyaban y acompañaban a las reuniones domiciliarias ya expresan abiertamente su rechazo a los fondos y las formas que utilizan las dirigencias y, dicen, así no van a apoyar al bendecido.
De cualquier forma, pocos entienden que a la dirigencia nacional de MORENA y al presidente Andrés Manuel López Obrador poco les importan las presidencias municipales y las diputaciones locales… los esfuerzos están centrados en ganar mayoría en el Senado y en la Cámara Baja pues lo urgente y verdaderamente importante con los cuales lograr las reformas constitucionales propuestas por el ejecutivo.
El desinterés o el desprecio por los procesos electorales locales, dicen los enojados, se suma a la inconformidad social por los malos gobiernos en los municipios y en algunos estados de la república y eso va a tener un precio que van a hacer pagar los que ahora se dicen engañados o no favorecidos.
No hay pacto de unidad que aplaque los intereses personales de algunos inconformes e inocentes que creían que la franquicia MORENA los volvía ganadores sin jugar. Y es que, al ver la confusión al interior, observan posibilidades en otros partidos y personajes. Y esos otros desde la oposición les coquetean, les guiñan el ojo, les prometen y en una de tantas…
Pues como quiera que sea, para MORENA las cosas no serán fáciles y de trámite como en ocasiones anteriores pues se sabe que en otros partidos el triunfo no va a depender de colores o siglas o de un pasado tenebroso o luminoso, sino de la persona, del candidato; así las cosas, hay enormes posibilidades: unos de perder y otros de ganar por las mismas causas y motivos.
