Derrumbe de Portales en Apetatitlán le resta puntos para Pueblo Mágico

Considera Secretario de Turismo de Tlaxcala que al tener un valor histórico por parte del INAH sí podría afectar eventualmente el proceso para conseguir la denominación

Gerardo Santillán

El Secretario de Turismo de Tlaxcala, Roberto Núñez Baleón, admitió que el derrumbe de Los Portales de la calle principal de la cabecera municipal de Apetatitlán, podría “restarle puntos” a ese municipio en su búsqueda de obtener la denominación de Pueblo Mágico por parte de la Secretaría de Turismo federal.

En reciente entrevista, dijo que si bien él no tiene detalle de las condiciones físicas y cuántos edificios históricos existen en esa población, es un hecho que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) le reconoció un valor cultural a Los Portales que abonarían en la imagen urbana, pero que ahora mismo se encuentra deteriorada en esa zona porque los escombros continúan en el suelo.

Sin embargo, recordó que será hasta los días 22 al 24 de septiembre, en el marco de la Feria Nacional de Pueblos Mágicos a desarrollarse en Monterrey, Nuevo León, que la SECTUR dé a conocer la convocatoria que contendrá los requisitos para que más demarcaciones puedan lograr esa denominación.

En ese sentido, Núñez Baleón dijo que la dependencia estatal a su cargo continuará apoyando a los 12 municipios tlaxcaltecas que buscan ese título y aunque – consideró – los requerimientos no cambiarán mucho, seguramente habrá ayuntamientos cuyos comités de Pueblos Mágicos estén más avanzados que otros.

La cabecera municipal de Apetatitlán fue una de las que más inversión obtuvo durante el trienio pasado para lograr el mejoramiento de imagen urbana. Particularmente la calle principal que no había tenido atención por más de 25 años.

Sin embargo, el abandono del edificio de Los Portales hizo que una fracción sucumbiera ante los elementos el pasado 19 de julio y es la fecha que ni el Ayuntamiento ni el INAH han hecho algo por retirar los escombros ni revisar el resto del edificio, el cual luce debilitado y enfrenta los embates de la lluvia y el viento.