La Pluma más Rápida/Columna
Estamos a un par de semanas para que inicie el nuevo gobierno de la denominada Cuarta Transformación de la“4T”, que encabezará Lorena Cuéllar Cisneros, a partir del próximo 31 de agosto, quien rendirá protesta en el recinto del Palacio Legislativo.
Mientras esperamos la tan anhelada fecha, hay muchas piezas que en política se mueven tras bambalinas, pero que en próximos días o meses terminarán en un verdadero conflicto.
Nos referimos al mañoso y sucio movimiento al que están jugando los sindicatos en nuestro estado.
Mientras los diputados salientes se despiden del cargo, antes, dejaron basificados a sus familiares, principalmente hijos y sobrinas o sobrinos con altos salarios, vaya, para pronto, los dejaron bien asegurados con el sindicato 7 de Mayo, que dirige Edgar Tlapale; quien a sus 51 años de edad ya está pensionado con 28 mil pesos mensuales, aunque él alega, que solo se trata de una de sus dos basificaciones y que no constituye una anomalía.
Nos preguntamos cuánta gente ya tiene los 60 años de edad y por ley ya puede pensionarse, pero los trámites burocráticos no se los permite. Aquí la justicia se aplica para unos cuantos.
Y el mismo sindicato ya hizo negociaciones para dejar a basificados a más gente en los ayuntamientos, y cuyos salarios representan una cantidad millonaria, por ejemplo, por una treintena de basificados se llega a pagar hasta 4 millones de pesos anuales, esto, sin contas las prestaciones que por ley tendrían que ser cubiertas.
El problema no es garantizar empleos, sino que afectan las finanzas y este dinero, bien se podría aplicar en otros rubros de verdad necesarios en Tlaxcala, y de seguir así con la basificación de gente a diestra y siniestra llegará a ser insostenible para cubrir una nómina.
Si cada periodo legislativo o cada 3 años que termina un gobierno municipal se siguen regalando plazas, llegará el momento que solo puedan llegar al Congreso los diputados locales y presidentes municipales, de comunidad y regidores ganadores, pues el número de personal basificado rebasará la oportunidad de que personal de confianza pueda ingresar a laboral.
Pero no es el único en donde se cuecen habas, el proceso de renovación para las dirigencias sindicales del SNTE y del SNTSA- el primero de maestros y el segundo de trabajadores de la salud-, se tuvo que haber dado desde hace meses pero con la consigna de la pandemia Covid 19 todo se ha retrasado.
Aunque la lideresa sindical del sector salud, Blanca Águila Lima, quien ahora también es diputada electa plurinominal, ya quiere cobrar la factura política de la derrota de su partido, el PRI, al grado de querer cambiar de espacio laboral a enfermeras que abiertamente apoyaron a Morena, pero muy inteligentemente ellas se ampararon para evitar ser removidas de sus puestos y que estos sean ocupados por gente que el único merito que tiene es ser allegada de sus líderes.
Desde este espacio esperamos que una vez que se dé el cambio de gobierno y la renovación Legislativo, se presente una iniciativa para que los sindicatos transparenten su manejo, en qué gastan los comités sindicales las cuotas de los trabajadores, a dónde va a parar ese dinero y poner un alto a la corrupción que ha marcado históricamente a los sindicatos, esto, por el bien de la sociedad tlaxcalteca.