Es necesario establecer una política energética eficaz, que asegure el suministro continuo, costos bajos para los usuarios y certidumbre para quienes quieren seguir invirtiendo a favor de México y de los mexicanos
Redacción
La interrupción de energía eléctrica por déficit de generación como le llama el gobierno, o “apagones” como los conocemos el resto de los mexicanos, registrados en 29 estados del país y que han afectado a millones de familias, reflejan la precariedad del sector energético del país ante la inexperiencia, el dogmatismo en la toma de decisiones y ausencia de criterios técnicos en la administración.
Ante esta situación, la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA), llama a rechazar la Iniciativa Preferente para Modificar la Industria Eléctrica tal cuál fue enviada, pues tendría consecuencias funestas para el sector eléctrico, la industria y los consumidores.
Enoch Castellanos, Presidente Nacional de CANACINTRA expresó la preocupación de los empresarios y de la mayor parte de los especialistas en el tema, por una Iniciativa que antepone criterios ideológicos a las necesidades técnicas que demanda el sector energético. Los energéticos en cualquiera de sus presentaciones: electricidad, gas natural, petróleo, gasolinas, gas LP y otros, representan insumos indispensables para las necesidades de la gente, el crecimiento económico, la competitividad, la generación de empleos, el combate a la desigualdad.
Dijo que no podemos retroceder a esquemas que funcionaron en el siglo pasado, pero que ya no responden a las necesidades actuales, ni de México ni del mundo.
“La nostalgia no es un buen consejero cuando de resolver problemas se trata”, aseguró. “Es hora de hacer frente a la realidad con una política a la altura de los tiempos. Reconocer que el monopolio de la Comisión Federal de Electricidad cumplió su rol histórico entre los años 50´s y 70´s del siglo pasado, cuando México tenía 52 millones de habitantes, y las necesidades de una economía cerrada eran suficientes”.
Los modelos de política energética basados en monopolios o bien en mercados dominantes han demostrado su ineficacia y obsolescencia en el mundo. Hoy día las Empresas Productivas del Estado y en particular la CFE, deben fortalecer su administración y perfil financiero para participar y competir en un mercado abierto, con estándares de calidad cada vez más exigentes, que sean cada vez más limpios, den continuidad en el suministro y seguridad.
Lejos de sustituir a empresas privadas, el sector energético debe ser capaz de sumar a la inversión privada y a las empresas del Estado, aprovechando su experiencia, reservas e infraestructura con la producción de energías limpias y eficientes, en la construcción de un México más justo.
Si el gobierno sigue empeñado en combatir las energías limpias por considerarlas engendros del neoliberalismo, vamos a terminar por darle a los usuarios más interrupciones, mala calidad en los servicios, altos costos en sus recibos y como país seremos menos productivos.
La calidad, el suministro continuo y el precio de la electricidad es un elemento clave de la actividad económica del país y el bienestar de su gente.
De aprobarse tal cual ha sido enviada la Iniciativa del Ejecutivo, el sector industrial y las empresas de menor tamaño verían impactados sus costos de producción en un rango de entre el 30 y 60%. Esto Llevaría a muchas industrias a no poder seguir operando y se afectaría el empleo de miles de trabajadores.