Elida Garrido fue nombrada recientemente en el cargo, pero ha demostrado deficiencias en la administración pública
Zahr Zuleiman
Una suerte de “cacería de brujas” y tortuguismo se vive en la Dirección de Notarías y Registro Público de la Propiedad del Estado con la llegada de Elida Garrido Maldonado como la nueva titular, quien fue nombrada por el Ejecutivo, prácticamente como un pago de campaña a pesar de su falta de experiencia y actitud prepotente.
En primera instancia, aquellos trabajadores que no tienen la línea del instituto político al que ella pertenece, el PRI, han enfrentado obstáculos para desarrollar sus actividades ordinarias, lo que se puede ver reflejado en la atención al público en general.
Un par de trabajadores afectados por las decisiones poco acertadas que se han venido tomando en la dependencia, denunciaron mal trato que han recibido de la funcionaria estatal, por ejemplo, aquellos empleados llamados gestores, hacen un trámite que normalmente dura dos días, ahora dura hasta una semana, debido a la falta de conocimiento de la funcionaria que con ello provoca incumplimiento en procedimientos.
En este sentido, los usuarios lamentaron que una institución tan importante para el Estado sea manejada de manera inexperta por una colaboradora de primer nivel, quien parece no dominar el tema de la administración pública, según los denunciantes.
A la par de ello, acusaron que varios trabajadores con perfiles adecuados, fueron despedidos a la llegada de la nueva titular para dar acomodo a su gente cercana o de confianza, lo que ha dado al traste con la labor que tiene encomendada esa Dirección.
También criticaron la designación de Elida Garrido por parte del Gobernador, toda vez que la funcionaria fue señalada de corrupción, y ahora, se encuentra al frente de una institución que requiere de probidad.
Esto ocurrió cuando fungió como Secretaria del Ayuntamiento de Zacatelco, que encabezó la entonces alcaldesa, Blanca Águila Lima, por presuntamente haberse coludido con su cónyuge y otras personas para defraudar a un extrabajador, a quienes representaron como sus abogados por una demanda laboral, pero al ganar más de un millón solo le dieron 34 mil pesos, por lo que el afectado los denunció por los presuntos delitos de robo, abuso de confianza, fraude y asociación delictuosa.
