Jorge Fernando Martínez
El filósofo Heráclito dejó plasmado de un plumazo la idea de que “de cada cien hombres, diez ni siquiera deberían estar allí, ochenta son solo objetivos, nueve son los verdaderos luchadores y tenemos la suerte de tenerlos, ya que ellos darán la batalla. Ah, pero el uno, el uno es el gran guerrero, y él traerá a los otros de vuelta.”
AMLO durante 6 elecciones presidenciales ha estado en la primera línea de fuego, en plena batalla campal en pos de la democracia, es decir, 30 años, 3 décadas, más de un cuarto de siglo. Se dice fácil pero no lo es. Es fácil cuando eres el clásico político de elites perfumadas que están “acomodados” en sus oficinas gubernamentales climatizadas y aromatizadas ideando cada 6 años de cómo hacerse del poder para seguirse manteniendo en él, ya saltar de diputado a senador o viceversa, saltado de secretaría en secretaría como Meade o siendo un arribista político como Anaya, quine a base de traiciones llegó a la cúspide de ser “presidencial”.
La lucha de AMLO se ha forjado en terracería, en pleno campo de batalla, por eso genuinamente se ha convertido en el Mariscal de Campo de la Izquierda Mexicana.
Pero vamos a precisar y no voy a realizar una biografía de AMLO. Voy a detallar sus pasos en fecha claves.
1988, cuando Cárdenas fue -por primera vez- candidato de la izquierda y Carlos Salinas de Gortari, a través del fraude se impone en la Presidencia. En 1988, AMLO se unió a la Corriente Democrática, una facción del Partido Revolucionario Institucional que se opuso al tradicional método de selección de la candidatura presidencial, a la eventual candidatura de Carlos Salinas de Gortari para las elecciones de 1988 y la nueva política económica neoliberal adoptada por el gobierno de Miguel de la Madrid; dicho movimiento se posicionó a favor de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, exgobernador de Michoacán y fundador de la facción junto a Porfirio Muñoz Ledo.30 La Corriente Democrática derivó en el Frente Democrático Nacional (FDN), una coalición de pequeños partidos de izquierda que postularon a Cárdenas como candidato presidencial y a López Obrador como candidato a la gubernatura de Tabasco. Andrés Manuel renunció a su militancia priista y buscó convertirse en gobernador de Tabasco, respaldado por el Partido Mexicano Socialista (PMS), el Partido Popular Socialista (PPS) y el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN) para las elecciones estatales de Tabasco de 1988, obteniendo solo el 20.9% de los votos emitidos y perdiendo ante el candidato del PRI, Salvador Neme Castillo, con 78.3% de los sufragios a su favor. Después del proceso electoral, el FDN denunció la expulsión de sus representantes de las casillas, la adulteración de muchas actas electorales y el relleno de urnas. El Frente exigió la anulación de los comicios, mientras que López Obrador realizó una gira por el estado para alertar de «el clima de autoritarismo y represión», días después la policía estatal desalojo violentamente los plantones que los frentistas habían establecido en algunos municipios, a la vez que ocurrían desapariciones forzadas y detenciones ilegales. En 1989 el Frente Democrático Nacional se consolida formando el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y López Obrador se convierte en presidente del partido en el estado de Tabasco. De 1988 A 1994 para AMLO fue una lucha intensiva en contra de las campañas simuladas por parte del gobierno.
1994, cuando Cárdenas fue –por segunda ocasión, candidato de la izquierda y Zedillo Ponce de Léon se impone en la presidencia, como consecuencia del asesinato de Colosio. AMLO Volvió a ser candidato a la gubernatura de Tabasco en las elecciones estatales de 1994, respaldado por el PRD. López Obrador obtuvo el segundo lugar en los comicios, con 38.7% de los sufragios a su favor, siendo derrotado por el candidato del PRI, Roberto Madrazo Pintado, que obtuvo el apoyo del 57.5% de los votos. Andrés Manuel acusó de fraudulentas a estas elecciones, argumentando que su opositor había, entre otras irregularidades, rebasado el tope de gastos campaña, así como incongruencias en el conteo del 70% de las casillas instaladas y la caída del Programa de Resultados Electorales del Estado de Tabasco en tres ocasiones. Santiago Creel y José Agustín Ortiz Pinchetti, consejeros ciudadanos del Instituto Federal Electoral concordaron en la existencia de irregularidades en 78% de las casillas. El Comité de Derechos Humanos de Tabasco declaró a las elecciones como «una perfecta farsa implementada por el PRI-gobierno para aparentar unas elecciones libres que nunca se dieron» Madrazo Pintado defendió su triunfo y rehusó dialogar con el PRD considerando que «el PRI no compitió para negociar la voluntad popular». Los perredistas instalaron un plantón permanente en la Plaza de Armas de Villahermosa, para evitar la toma de posesión de Roberto Madrazo como gobernador. El 31 de diciembre de 1994, Madrazo rindió protesta, pero no pudo entrar al Palacio de gobierno hasta finales de enero debido a las manifestaciones. El 22 de abril de 1995, López Obrador inició la Caravana por la Democracia, una marcha a la Ciudad de México similar al Éxodo por la Democracia realizado por él mismo cuatro años antes. El candidato del PRD demandó la anulación de los comicios y el establecimiento de un gobierno interino, petición a la que se sumaron el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido del Trabajo (PT). Adicionalmente, la Caravana por la Democracia defendió otras políticas nacionales, como la oposición a la privatización de PEMEX, bloqueando el acceso a varios pozos petroleros. Las manifestaciones derivaron en la renuncia del secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma, tras negociar sin éxito la renuncia de Madrazo para acabar con las protestas La Caravana por la Democracia convirtió a López Obrador en uno de los políticos más populares del PRD y le permitió conocer a funcionarios del gobierno del Distrito Federal que posteriormente lo acompañarían como Jefe de Gobierno, entre ellos Marcelo Ebrard. De 1994 al año 2000, para AMLO fue una lucha intensiva en contra de las campañas simuladas por parte del gobierno. El 17 de abril de 1996 inició su campaña por la presidencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en contra de Heberto Castillo y Amalia García. Ocupó el cargo de presidente del PRD del 2 de agosto de 1996 al 10 de abril de 1999. Durante su gestión el partido tuvo el mayor incremento de presencia en la política nacional desde su fundación. Se convirtió en la segunda fuerza política de la Cámara de Diputados con 125 de los 500 curules de la LVII Legislatura bajo su control tras las elecciones legislativas de 1997. Ese mismo año, en las elecciones del Distrito Federal, el PRD logra colocar a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano como Jefe de Gobierno de la capital con el 48% de los sufragios a su favor y consigue la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa, siendo el primer triunfo relevante del partido desde su creación. En 1998 el PRD gana las elecciones estatales de Tlaxcala en alianza con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), logrando que Alfonso Sánchez Anaya se convirtiera en gobernador con el 46.5% de los votos a favor. Ese mismo año el partido gana las elecciones estatales de Zacatecas, convirtiendo a Ricardo Monreal Ávila en gobernador con el 44.0% de los sufragios a su favor. En 1999 el PRD triunfa en las elecciones estatales de Baja California Sur en alianza con el Partido del Trabajo, haciendo a Leonel Cota Montaño gobernador del estado con el apoyo del 55.9% de los votos. En 1999 López Obrador publicó su quinto libro, titulado Fobaproa, expediente abierto: reseña y archivo, en que critica la implementación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro(Fobaproa) tras la crisis económica de 1994 y su transformación en deuda pública en 1998.
2000, cuando Cárdenas fue –por tercera ocasión, candidato de la izquierda y Fox Quezada se impone en la presidencia, como consecuencia de la presión empresarial interna en México y de la presión externa principalmente de EUA, quienes imponen la agenda nacional. El 29 de marzo de 2000, Andrés Manuel López Obrador se inscribió como candidato del PRD para la elección de jefe de Gobierno del Distrito Federal. Los representantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN) acusaron de ilícita la candidatura, pues la ley electoral del Distrito Federal requiere que los candidatos tengan un mínimo de cinco años de residencia en la entidad, requisito que estos partidos consideraban que López Obrador no cumplía. Andrés Manuel declaró que la controversia «viene desde muy arriba» y que algunos de los consejeros electorales que se oponían a su candidatura actuaban por petición de la Secretaría de Gobernación, opinando que «nos quieren ganar a la mala, pero no voy a permitir que se violen mis derechos ciudadanos». El 12 de abril de 2000 el Instituto Electoral del Distrito Federal decidió validar su candidatura. López Obrador fue postulado a la elección del Distrito Federal de 2000 para Jefe de Gobierno por la coalición Alianza por la Ciudad de México, conformada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT), el partido Convergencia por la Democracia, el Partido de la Sociedad Nacionalista (PSN) y el Partido Alianza Social (PAS). Marcelo Ebrard, candidato al mismo cargo por el Partido de Centro Democrático (PCD), declinó su postulación en favor de López Obrador el 16 de marzo, integrándose este partido a la coalición encabezada por el PRD. Durante su campaña, López Obrador destacó por sus críticas al Fobaproa y al diputado y excandidato presidencial del PAN, Diego Fernández de Cevallos, por «haber recibido del gobierno unos terrenos en Punta Diamante, Acapulco, a cambio de su voto como dirigente de los diputados panistas en 1992 a favor de la quema de los paquetes electorales de la cuestionada elección de 1988». El 2 de julio de 2000, Andrés Manuel López Obrador ganó la elección para la jefatura de gobierno del Distrito Federal con el apoyo del 37.7% de los votos emitidos, contra 33.4% de su más cercano rival, Santiago Creel del PAN.
2006, cuando AMLO fue -por primera vez- candidato de la izquierda y SE REPITE LA HISTORIA, pues Calderón se impone, a través del fraude, en la Presidencia. AMLO continúo en pie de lucha por la democracia de México.
2012, cuando AMLO fue –por segunda ocasión, candidato de la izquierda y Peña Nieto se impone en la presidencia, como consecuencia de la presión de la elite empresarial de México en contubernio con políticos corruptos, AMLO continuó en pi de lucha por las libertades en México.
2018, cuando AMLO es –por tercera ocasión, candidato de la izquierda y todo parecieran indicar que será el primer presidente urgido de la izquierda mexicana después de 30 años de estar en el campo de batalla, en la primera línea de fuego en la batalla campal en pos de la democracia, ahora convertido en el Mariscal de Campo, cargando sobre su espalda la reorganización de las izquierdas en el país para ungirse ganador en la Madre de Todas La Batallas.