Alerta IMSS consecuencias por el uso excesivo de pantallas y dispositivos electrónicos en menores

Exponer a niñas y niños desde temprana edad, limita su interacción con el entorno, lo que afecta el desarrollo cerebral

Redacción

La supervisora de Primer Nivel de Atención del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, doctora Lisset Romero Gaytán, explicó que la primera infancia es un período de rápido crecimiento, considerada una etapa muy importante para la creación de hábitos y sano desarrollo a través de la estimulación al juego activo y las actividades al aire libre, para evitar la sobre exposición a pantallas, que podría derivar en afectaciones visuales, mentales y orgánicas.

Al respecto, recomendó a padres de familia y tutores evitar su uso y señaló que los bebés de 0 a 2 años no deben tener ningún contacto con dispositivos portátiles (teléfonos celulares, laptops, tablets, juegos electrónicos, etcétera). En los niños de 3 a 5 años, el uso de estos dispositivos debe limitarse a 1 hora al día como máximo, mientras que en los de 6 a 18 años a 2 horas por día.

“En los primeros años de vida, la capacidad de concentración y enfoque comienza a desarrollarse, en esta etapa los cerebros de los bebés aprenden de los entornos que los rodean, por lo que los estímulos esenciales del mundo exterior son fundamentales en su desarrollo. Por ejemplo, leer cuentos en voz alta les da tiempo para procesar palabras, imágenes y voces”, precisó la especialista.

El uso prolongado de pantallas puede suplir momentos de actividad física o juegos compartidos con otras personas que ayudan a aumentar su capacidad cerebral, dificultando en el futuro la imaginación y la motivación, así como el desarrollo del lenguaje por falta de interacción verbal y social; lo que reduce la capacidad de los bebés para leer las emociones humanas y controlar su frustración.

“Muchos padres facilitan los celulares a sus hijos menores de 2 años a fin de calmar su llanto y berrinches, así como para jugar o ver caricaturas durante largas horas cada día, sin imaginar cuanto perjudican su desarrollo normal y se generan problemas de conducta, déficit de atención, retrasos cognitivos, trastorno de sueño e incluso problemas de depresión infantil, impulsividad, ansiedad y falta de autocontrol, incluso se llega a generar una adicción en casos extremos”, explicó la supervisora.

Los bebés aprenden a comunicarse a través de la interacción con el medio y con otras personas, observando e identificando gestos, expresiones corporales y faciales; es así como logran descifrar las emociones humanas, de esta forma se van integrando los requisitos del lenguaje de forma implícita; con un uso excesivo de pantallas, estas oportunidades de interacción y estimulación se pierden, ya que los dispositivos electrónicos no ofrecen respuesta a sus interacciones, limitando su desarrollo.

“Y aunque las niñas y niños de esta época nacieron en la era digital, es importante limitar y controlar el uso de los dispositivos electrónicos, ya que los pequeños necesitan aburrirse para aprender cómo lidiar con la frustración y controlar sus impulsos, pero al estar recibiendo una estimulación constante de imágenes, colores y sonidos, olvidan cómo confiar en sí mismos o en otros para entretenerse”, subrayó Romero Gaytán

En caso de que el menor presente problemas de concentración o de aprendizaje, o que no esté cumpliendo con los hitos de desarrollo según su edad, se recomienda acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) que le corresponda, para ser valorado por el especialista en Medicina Familiar.

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