Al no poder cubrir la deficiencia en el sistema, SESA arremete contra especialistas

Martha Aguila

Tras los casos de negligencia institucional que ha derivado en la muerte de pacientes, y al ser evidenciado el deficiente sistema de salud que existe en Tlaxcala, la Secretaría de Salud (SESA) en contubernio con la Contraloría del Ejecutivo orquestaron una estrategia para tratar de desprestigiar a los médicos de especialidad y así “lavarse las manos”.

La falta de una oportuna intervención quirúrgica y un adecuado manejo clínico cobró la vida de un joven que ingresó en el Hospital General de Tlaxcala, niñas y niños con cáncer se quedaron sin medicamentos porque la requisición no se hizo a tiempo, las máquinas de hemodiálisis para pacientes con insuficiencia renal no funcionan al 100 por ciento, además, de una muerte materna, son los casos registrados en las ultimas semanas en la Secretaría de Salud.

A pesar de que el acceso a la salud es un derecho, la institución estatal en lugar de reconocer la problemática que enfrenta e inicie una reestructuración, prácticamente trató de lavarse las manos al acusar, a través de la Contraloría del Ejecutivo una supuesta investigación sobre cobros indebidos por parte del que hasta el 31 de diciembre de 2019 fue el único neurocirujano en la entidad, quien durante dos años y 6 meses atendió pacientes de los diez hospitales y las unidades comunitarias del estado.

Tras la acusación publicada en medios oficialistas, pacientes sobrevivientes operados, junto con sus familiares alistan una defensa social a favor del doctor señalado, y para exigir al sistema de salud corrija sus fallas.

Entrevistado al respecto, el doctor Neftalí Ángel Márquez explicó que su contrato establecía una carga laboral de lunes a viernes, es decir, sábados y domingos, la SESA no contaba con neurocirujano, pero es cuando más casos de traumas se presentaban en la entidad, ya sea por accidentes, riñas o enfermedades, así que solicitó su cambio pero no fue tomado en cuenta.

Así que se le informaba al especialista sobre un paciente en estado critico y que requería una cirugía en sábado o domingo, él informaba a la gente de lo que se podía hacer, es decir, ua referencia a un hospital de tercer nivel, esperarlo a su jornada de trabajo para que no se pagaran honorarios, solicitar una segunda opinión, o bien, operar a la persona cubriendo honorarios quirúrgicos, a través de su persona o de otro médico.

“En ningún momento se obligaba a la gente o se aprovechaba de la situación como lo quieren hacer creer, entiendo que Tlaxcala es un estado donde la política está muy marcada, sobre todo el favoritismo, y mi comentario sería que el sistema con el que cuentan, tiene todo para ser un ejemplo nacional, solo es cuestión de voluntad”, expresó vía telefónica.

De acuerdo a los datos obtenidos por este medio, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SESA) que lidera Blanca Águila Lima, ha mantenido un coto de poder dentro de los hospitales y áreas administrativas, y cuando se les hace ver sus errores emprenden una cacería, principalmente con los médicos especialistas, que son los que operan sin el material ni el personal adecuado.

Familiares de pacientes expresaron que tuvieron que desembolsar dinero para sus pacientes, porque la SESA no contaba con el material mínimo que debería contar un hospital, así que les pedían que ellos lo compraran.

Aunado a ello, el circulo político del PRI se cierra entre la líder sindical y el Secretario de Salud, Rene Lima Morales, quien es hermano del aún dirigente de este partido en Tlaxcala, Roberto Lima Morales, quienes al sentirse evidenciados trataron de demeritar el trabajo de médicos en lugar de corregir los errores.

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