ACOSTUMBRARNOS A LA NUEVA COSTUMBRE

Hace años que vivimos en una incertidumbre ciudadana. Hace ya algunos lustros que viajé a la ciudad de Monterrey en tiempos convulsos por los años 2006 2007… cuando la delincuencia empezó a manifestarse en forma más violenta quemando carros, cerrando avenidas, las extorsiones, los secuestros y en el cobro de piso; y parece ser, que todo aquello fue por el aumento del narcotráfico y por la declaración de la guerra del gobierno a los grupos delincuenciales.

No puedo negar que esos viajes por motivos de negocios causaron, no solo en mi sino en los habitantes de este industrioso estado (Nuevo León), una especie de psicosis colectiva.

Era evidente que en esos entonces las plazas comerciales, centros recreativos y turísticos, cerraban sus puertas más temprano de lo habitual y que algunos las cerraron indefinidamente, ya que la violencia había escalado a tal grado que las ciudades fueron ocupadas por los delincuentes más importantes de esa época.

Era tal la psicosis que hasta entre nosostros existía una desconfianza tal que dudábamos hasta de tomar un taxi o ir a una tienda comercial sin que se nos observara de manera extraña, recuerdo sobretodo una visita a un municipio, Guadalupe Nuevo León, y en nuestro retorno al centro de Monterrey minutos después se desató una balacera por las avenidas por donde habíamos retornado.

Esa noche fue imposible dormir, las detonaciones así como las sirenas se escuchaban claramente en algunos puntos de la ciudad, la situación se tornó extrema en comentarios de algunos amigos que tuvieron que refugiarse en Laredo Texas para evitar las extorsiones, el cobro de piso o tal vez la muerte.

Un amigo muy querido me lo dijo textualmente, “hemos pasado por encima de personas muertas” y con el tiempo nos fuimos acostumbrando a ver cadáveres en las calles, autobuses incendiados y eso es lo peor que puede pasarnos, acostumbrarnos a esta nueva costumbre “la violencia”.

Afortunadamente la sociedad regiomonta ha salido adelante y han creado instituciones que han sido ejemplo para otros estados, y aunque han tenido problemas, esta sociedad se cimentó a base de esfuerzo y no tengo duda seguirán.

Toda esta perorata me vino a la mente en relación a la pandemia, ¿será que tendremos que acostumbrarnos a esta nueva costumbre, a ser solo números en un sistema indolente y falto de empatía?Espero que haya alguien que retome con dignidad el valor de humanidad que en éste momento parece olvidado.

Vaya pues una reflexión:

Sigmund Freud (1856-1939) decía que la psicosis supone una pérdida de la realidad ¿ya la habremos perdido? espero que no

Ingeniero Antonio Lima Flores

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