Bernardino Vazquez Mazatzi
Escritor y Periodista
Pocos ciudadanos en Chiautempan tienen pleno conocimiento de lo que significan las reformas constitucionales en materia administrativa aprobadas por la actual legislatura local. Si el pueblo hubiera tenido conocimiento puntual de lo hecho por los diputados en turno, los resultados de la recién pasada elección estatal hubieran sido totalmente diferentes.
Para la mayoría de las comunidades, principalmente de la zona de la montaña, significará altamente ofensivo y hasta violatorio a sus más elementales derechos, el que se les haya quitado su mayoría de edad y ahora se les considere incapaces de gobernarse o de entenderse en su lengua madre, sus costumbres ancestrales e historia libre e independiente.
El régimen político, a veces ajeno, ausente y distante en la forma de organización y gobierno en los pueblos y regiones de este pequeño estado, no entiende que esas civilizaciones no van a someterse a las disposiciones que les son impropias, extrañas, invasivas y hasta impertinentes y van a continuar con sus sistemas de gobierno y sus usos y costumbres y tradiciones y con ellas habrán de mirar pasar los siglos sin que ello signifique aislamiento o ignorancia.
Si con las reformas a la constitución estatal los diputados quisieron impedir el manejo del dinero que administran las autoridades de los pueblos y dárselo al municipio y al estado, están totalmente equivocados y demuestran subordinación total al ejecutivo y el uso limitado de sus facultades, no sólo de obligaciones y responsabilidades Estado, sino hasta mentales, pues por siglos esas culturas han sido indómitas y no van a ceder su libertad y organizaciones por ocurrencias de política errada.
Quitar el voto a los presidentes de comunidad en las sesiones de cabildo de los municipios de Tlaxcala fue es un error, es una ofensa a la gente de los pueblos, es una estúpida idea de lo que significan esas culturas, es una aberración histórica y un remedo de democracia que es así como camina al revés.
Las autoridades de comunidad, ancestralmente unidas en lo religioso y lo civil, habrán en encontrar otras formas de integración y de organización, habrán de hallar otros términos para denominar sus cargos y encomiendas y tendrán una nueva forma de administración de los recursos económicos de origen comunal y claro que no compartirán con absolutamente nadie ni el dinero ni sus decisiones ni su forma de gobierno pues es su forma de organización e historia las que les dan identidad.
Para los pueblos de las faldas de la montaña Malintzi, el que ya sea ilegal que tengan policía y comandantes comunitarios, el que no tengan derecho a su auto protección que no autodefensa, el que no cuenten ya con presupuesto debido a la ignorante existencia de un polígono federal y el que no tengan facultades para la conciliación que no para la aplicación de la justicia, los ofende, los ignora y trata de borrarlos del mapa y de su condición de mayoría de edad.
Si los partidos políticos, todos, a través de sus candidatos a presidentes municipales y diputados hubieran informado de los alcances inmediatos de esas reformas a la constitución local durante las campañas electorales, habrían tenido una claro mensaje de los pueblos. Pero en su silencio se notó su verdadera intención que, de todos modos, y como producto de la madurez e inteligencia de esas culturas, no va a tener para el régimen el resultado que esperan.
Ahora que el gobierno estatal actual, origen del mamotreto legislativo, tuvo y tiene siempre a su favor el poco interés y la memoria de corto plazo de la sociedad y se aprovecha de la nula comunicación entre los diputados y el pueblo para tratar de someterla… pero habrá de buscar otra estrategia pues como que eso de la inteligencia no se le da mucho.