Abandono, denostación y calumnias, como respuesta gubernamental ante la Pandemia

José Orlando Isidro Ramos
Dirigente Estatal del Movimiento Antorchista en Tlaxcala

El SARS-CoV-19 es un fenómeno sin precedentes en la historia reciente, no solo por la amenaza que representa para la salud sino por la paralización económica obligada del orbe entero. Organismos Internacionales empiezan a prever las afectaciones del coronavirus en el mundo: David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, estima que 265 millones de personas “estarán al borde de la inanición a finales de año” pues las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar la propagación del COVID-19 podrían “terminar matando a más personas para fines de 2020 que la enfermedad en sí”, antes de la pandemia, iniciando el 2020, “130 millones de personas ya se enfrentaban a niveles críticos de hambre”; la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló en su último informe que la pandemia incrementará el hambre y la pobreza, el mayor riesgo –dice- es no poder garantizar alimentos “a la población que está cumpliendo con las medidas de seguridad sanitaria para evitar la propagación del virus y que en muchos casos ha perdido su principal fuente de ingresos”, por lo que llamó a los gobiernos a “declarar la alimentación y la agricultura como actividades estratégicas de interés público nacional”; El informe de la Organización Internacional (Observatorio de la OIT: covid-19 y el mundo del trabajo. Tercera edición.) advierte que 436 millones de empresas de los sectores más afectados en el mundo enfrentan un alto riesgo de graves perturbaciones ante la actual crisis y que 1 600 millones de trabajadores de la economía informal se ven muy afectados por las medidas de confinamiento, pues en el primer mes de la crisis disminuyeron sus ingresos hasta en un 60 por ciento de estos trabajadores a nivel mundial (81 por ciento en África y América Latina). Los organismos internacionales presentan estimaciones alarmantes para el mundo ante la contingencia sanitaria, entre las que destacan la agudización del desempleo, el hambre y la pobreza para millones de seres humanos, si los gobiernos no implementen políticas que enfrenten estos problemas al interior de sus países.
En el ámbito nacional, México terminó el mes de abril con 19 224 casos confirmados y 1 859 defunciones por covid-19. Por otra parte, Luisa María Alcalde declaró el 6 de abril que por la emergencia sanitaria se perdieron, entre el 13 de marzo al 6 de abril, 346 878 empleos formales y el subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel Hernández, estimó que debido a la crisis por la pandemia se perderían a finales de abril hasta 700 000 empleos. Así pues, la afectación más grave para la clase trabajadora ante la pandemia no es el riesgo del contagio sino la pérdida masiva de empleos, la falta de salario y la condena al hambre.
La base trabajadora y las masas vulnerables en México ya enfrentaban severos problemas antes del covid-19: el Inegi registró en enero de 2020 una tasa de desocupación en México de 3.7 por ciento que corresponde a 2.1 millones de personas y una tasa de informalidad laboral de 56 por ciento, para una PEA de 57.3 millones de personas, hablamos de 32.088 millones de personas se que emplean en la economía informal; para el 2018 el Coneval registra que en México tenía 52.4 millones de pobres y 9.3 millones en pobreza extrema, también refiere que 25.5 millones de mexicanos tienen carencia alimentaria y que 71.1 millones no tienen seguridad social, indicadores que de 2008 a 2018 se han movido muy poco en su incidencia porcentual, positiva o negativamente. Sin que esta condición nacional haya cambiado, con la amenaza de la pandemia, la situación para millones de mexicanos se ha vuelto aún más lacerante y ante la reclusión domiciliaria sin garantía de sustento los sectores más vulnerables y empobrecidos han quedado prácticamente desahuciados, no por la enfermedad sino por el abandono de los diferentes niveles de gobierno: federal, estatal y municipal.
Es esta realidad la que ha hecho que el Movimiento Antorchista Nacional exija al Gobierno de la 4T que implemente un Programa Nacional de Distribución de Alimentos gratuitos para todos los hogares que no pueden garantizar su sustento ante el confinamiento obligado; exige que se otorgue el apoyo a todo aquel que lo solicita por necesidad sin distinción partidista, política, ideológica o de cualquier otra índole, ya que los recursos públicos deben utilizarse en interés común y no para hacer proselitismo electoral, personal o partidario; pide que sean las instancias y trabajadores del gobierno federal quienes hagan llegar, urgentemente, este apoyo a todos los hogares necesitados a nivel nacional.

Ante las medidas de distanciamiento social, la petición de miles de mexicanos se ha realizado mediante redes sociales, medios informativos, digitales y escritos; con lonas, cartulinas y trapos blancos colocados en las casas de las familias solicitantes; con cartas y solicitudes escritas dirigidas a López Obrador y a las autoridades estatales y municipales. En todas estas actividades realizadas para hacerle llegar la solicitud a las autoridades se puede constatar la legitimidad de la demanda con videos testimoniales en los que el peticionario expone su problemática particular, con fotografías que registran su entorno y condiciones de vida, en documentos escritos con puño y letra de la gente desesperada por ayuda.
Hagamos un paréntesis para decir que como respuesta a la legítima demanda de la gente organizada en Antorcha y de la población afectada por la pandemia, salen nuevamente “refritos mediáticos” con denostaciones y calumnias, acusaciones fabricadas como las de Santiago Nieto, titular de la UIF, en contra de la Organización y sus líderes con la intención de desacreditarlos, pulverizar la fuerza organizativa del pueblo y desviar la atención de la opinión pública ante los problemas tan graves que están sufriendo los mexicanos. La preocupación del presidente está en absolutizar el poder en su persona y la perpetuación de su partido en el gobierno, todo lo que va en ese sentido es “transformación” y todo lo que le sea discrepante es “conservadurismo” y por lo tanto debe ser linchado y perseguido, legal y políticamente, aunque no haya fundamento basta con que así lo quiera el presidente. El trabajo de Antorcha siempre ha sido legal y legítimo, concientizar y organizar a los desposeídos nunca será un crimen, pero es la causa de persecución que molesta a los falsos profetas del pueblo.
Retomo. Las estimaciones y recomendaciones de Organismos Internacionales para paliar los males de la pandemia; las raquíticas condiciones económicas sobre las que intentan sobrevivir más de 90 millones de mexicanos; la solicitud de apoyo para microempresarios, comerciantes, ambulantes, transportistas, artesanos, trabajadoras de limpieza, entre otros muchos sectores, nada ha valido hasta ahora para que la 4T enfrente la hambruna que también amenaza la vida del pueblo pobre de México. Sin aplicar medidas efectivas, pretende alimentar al pueblo con discursos morales de honestidad, corrupción y los lejanos beneficios de sus megaproyectos personales, ya veremos cómo los digieren los mexicanos.
Dos asuntos más para terminar. Primero, el 24 de abril de los corrientes, Rubén Hernández, en el medio electrónico Quadratín Tlaxcala, publica una nota que deja en evidencia quien sí “saca raja”, aunque no es política, con su oficio de lacayo, porque en qué afecta a Rubén Hernández la solicitud de apoyo con alimentos que hacemos los antorchistas al Gobierno del Estado de Tlaxcala para que nos haya brindado tantos epítetos soeces y embusteros. La nota trabajada con las entrañas no permite conectar lo que tiene que ver con la solicitud y la sarta de calumnias que hace en su nauseabundo refrito, de ello sólo podemos deducir algo: ¿es la respuesta a la solicitud de apoyo alimentario que hicieron personalmente cientos de tlaxcaltecas al señor Gobernador? Segundo, a través del medio informativo digital “Ojo Aguila” los habitantes de la colonia Máximo de la Cruz del Municipio de Santa Cruz Tlaxcala, Tlax., externaron su solicitud de apoyo alimentario a las autoridades correspondientes colocando lienzos blancos en el exterior de sus casas y dando su testimonio en vivo. Entre la audiencia que sintonizaba la denuncia se encontraba un grupo de jóvenes empresarios del Municipio de Santa Ana Chiautempan, que acudieron el día 30 de abril a obsequiar a estos hogares despensas y juguetes a los niños de la colonia, por lo que aprovecho el presente para agradecer a nombre de los Antorchistas en Tlaxcala este noble gesto de los jóvenes empresarios para nuestros compañeros.

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