A más de $700 asciende la multa por no pagar parquímetro en Santa Ana
De momento se desconoce cuánto ha llegado a las arcas municipales por ese concepto
Gerardo Santillán
A más de 700 pesos asciende la multa al automovilista que de forma deliberada deje su unidad con la araña en su llanta por no pagar parquímetro en la ciudad de Chiautempan, dado que la placa queda en garantía y el juez la calcula en 10 salarios mínimos de 70.10 pesos cada uno.
Anteriormente, alguna persona sorprendida con la araña prefería dejar su unidad hasta el término del horario del parquímetro para no pagar los 125 pesos de inmovilización, pero eso ya no es posible porque la autoridad de tránsito quita la placa de circulación.
El horario de servicio del pago de aparcamiento en las calles es de 9:00 a 21:00 horas de lunes a viernes y de 9:00 a 15:00 horas los sábados. Los domingos el estacionamiento es libre. Pero aquellos vehículos que se encuentren inmovilizados después del límite, serán sancionados conforme al artículo número 14 del Reglamento de Parquímetros del Municipio de Chiautempan, aprobado en mayo de 2014.
De momento, se desconoce cuánto dinero han llegado a las arcas del Ayuntamiento por el concepto específico de multas por parquímetros, además de lo que mensualmente se genera por el pago en las maquinas cuya tarifa mínima es de tres pesos.
Los parquímetros abarcan 19 calles del centro de la ciudad lanera y su justificación fue la siguiente:
En la ciudad de Chiautempan principalmente en el primer cuadro de esta ciudad, existe un grave problema vial a consecuencia del crecimiento poblacional y el aumento de vehículos que circulan diariamente por nuestras calles, lo que en su conjunto conlleva a la afectación paulatina de quienes viven o visitan nuestra ciudad de manera cotidiana, generando al mismo tiempo un daño ecológico, toda vez que es muy difícil encontrar un lugar para estacionarse.
Uno de los elementos más relevantes lo podemos observar con las personas que dejan estacionados sus vehículos de entre diez a doce horas diarias aproximadamente, esto se agrava cuando lo hacen por semanas y hasta meses.
El problema crece cuando algunos de los comerciantes establecidos ocupan un espacio mayor al que les corresponde, colocando diferentes objetos frente a sus negocios por varias horas, evitando que alguien más ocupe el espacio para estacionarse, sin importarles que esto represente una disminución en las ventas de sus propios negocios. de igual forma, hay quienes invaden de manera excesiva dichos espacios para descargar sus productos, sin respetar los horarios establecidos para carga y descarga, provocando que los vehículos se estacionen en doble o triple fila.
Aunado a lo anterior el transporte público contribuye más a esta problemática al realizar ascenso o descenso de pasaje fuera de los espacios que tienen autorizados, por lo que al no existir lugares específicos para estacionarse, se invaden cocheras, zonas peatonales y lugares para discapacitados, e inclusive bloquean las esquinas; lo que impide una circulación fluida y desahogada por las principales calles.
