Rafael Salas Vázquez
Incuestionable es el apoyo mayoritario del pueblo de México a Andrés Manuel López Obrador. La marcha del pasado domingo 27 de noviembre solo se equipara a aquella en la que AMLO convocó en 2006 para protestar contra el fraude electoral cometido por Calderón. Desde entonces, no se veía semejante demostración de respaldo y cariño.
Aun así, la oposición solo se ha dedicado a descalificar y a cuestionar de forma torpe esa gran muestra de apoyo popular hacia el presidente. Recordemos que el 13 de noviembre salieron a marchar los opositores al actual gobierno.
Hicieron uso de sus derechos, pero dejaron entrever su desparpajo, miopía y mezquindad.
Mención honorífica se llevó Vicente Fox que no cesó de vociferar toda la marcha contra López Obrador, incluso se atrevió a proclamarse como defensor del INE y la democracia. ¡Imagínese! El autor material del fraude electoral de 2006, el que despotricaba contra las víboras, tepocatas y alimañas priístas con las que más tarde se aliaría para impedir el acceso de AMLO a la presidencia en 2006 ahora resulta que fue el paladín de la democracia. Ridículo.
A pesar de la incongruencia de ese y otros impresentables como Alito, Canallín y Claudio X. González hay que reconocerles algo: por primera vez la oposición salió de su cibernética zona de confort.
Al parecer los prianistas se cansaron de sus batallas metaversales con bots y algoritmos y se dieron cuenta que la participación se debe dar en el mundo real.
Ya lo habían intentado, pues no podemos olvidar el circo que armó FRENA cuando instalaron en el zócalo cientos de tiendas para acampar, solo que éstas estaban vacías, tanto que hasta el viento se las llevó. De pena ajena.
Ese 13 de noviembre, con sus tropiezos y errores dignos de primerizos, los que se sienten dueños de México, los que tienen ínfula, los que no entienden que estamos en tiempos de transformación, se abalanzaron a la calle. Desde luego se veían eufóricos y hasta ternura daban cuando, por primera vez pisaron Reforma para protestar.
Cabe señalar que su infundada protesta se basó en la pseudo defensa del INE. Tararearon, balbucearon y replicaron mensajes incoherentes, pues la intención de AMLO jamás ha sido la desaparición del INE, sino una reforma electoral que evite el abuso y la ineficiencia en la que el INE ha caído.
En fin, la oposición salió y AMLO lo celebró, tan es así, que los invitó a que perfeccionen sus métodos de protesta, que se den cuenta que una marcha no hace una estrategia opositora, así como una golondrina no hace verano.
Coincido con el planteamiento, pues he vivido en carne propia lo que es ser oposición y lo que es protestar con recursos propios, sacrificar tiempo y esfuerzo, organizar a la gente, repartir volantes, tocar puerta por puerta, organizar asambleas, etc.
A eso se refería AMLO y por eso, decidió darles una probadita de lo que él y los que lo apoyamos sabemos hacer: una masiva movilización popular que hiciera vibrar las calles y los corazones de millones de mexicanos.
Y bueno, pues más allá de ver quién organiza la marcha más grande o poderosa, lo que importa es que por fin vivimos en un país donde hay libertad absoluta de expresión y donde todas las visiones pueden convivir sin temor a la represión. De eso se trata la democracia.
Afortunadamente ya no estamos en los tiempos del PRIAN donde predominaba la censura. Vivimos en la era más democrática de toda la historia de México.
Sin duda la ignorancia es atrevida, pues los opositores, otrora represores, ahora calumnian a AMLO tachándolo de dictatorial. Incluso no faltó el que comparara la marcha del 27 de noviembre como una réplica de López Portillo. No bueno, cómo se nota su nostalgia, pero pues esos tiempos no volverán. Estamos en una transformación profunda, pacífica, legal y democrática.
Quizá por ello el mensaje de AMLO cayó muy bien al peso, que sigue y sigue fortaleciéndose y posicionándose como una divisa confiable.
Quizá por ello México está recobrando el prestigio que tenía, pues a nivel mundial nos ven con esperanza y respeto.
Quizá por ello más y mejores programas sociales están cambiando la vida de los que menos tienen y ello, evitó que la pandemia hiciera peores estragos.
De eso y mucho más trata el Humanismo Mexicano, la propuesta ideológica de AMLO, y a la que millones nos hemos adherido. Hacía falta un nombre, pues la Cuarta Transformación iba más allá de la izquierda o la derecha. Trascendió y evolucionó.
El Humanismo Mexicano es una corriente del pensamiento liberal que pondera la felicidad y realización del pueblo por encima del poder económico.
Muchos lo asemejarán con la social democracia o con otras formas de gobierno, pero lo que AMLO está proponiendo es una nueva escuela, una forma más específica, más a la mexicana pues.
De ese tamaño es AMLO. Un líder que ve más allá y que se atreve a proponer una nueva filosofía en la política. Eso es lo que lo hace diferente a los demás y por eso la oposición no termina de asimilar su incapacidad de formular algo tan complejo como una corriente del pensamiento.
Los prianistas sólo copiaron fórmulas del extranjero, pero no atinaron a presentar algo como esto. En verdad es interesante vivir este proceso; yo cada día entiendo mejor el mensaje de AMLO, y no deja de sorprenderme la dimensión que él maneja. Ve más allá; toma en cuenta el pasado, actúa en el presente y modifica el futuro. Hace “inception” en la mente de millones y eso es algo que no se ve todos los días.
Para entender mejor de qué va el Humanismo Mexicano, les recomiendo que lean la Cartilla Moral (https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/427152/CartillaMoral_.pdf) de Alfonso Reyes y la Guía ética para la transformación de México (https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/594790/GMX_GUIA_ETICA.pdf) trabajo de Enrique Galván Ochoa, Pedro Miguel, José Agustín Ortiz Pinchetti, Jesús Ramírez Cuevas, Margarita Valdés González Salas y Verónica Velasco Aranda.
Sin duda, el Humanismo Mexicano será un parteaguas en el diseño de la política pública y será un ejemplo a seguir por otras naciones. Vayamos pues gustosos por ser parte de esta transformación y sigamos manifestando nuestro apoyo a AMLO. El tiempo nos dará la razón.
