Manifestaciones y bloqueos desquician la ciudad de Tlaxcala; sindicalizados, los protagonistas
Los de SESA, exigen atención personal de la gobernadora, Lorena Cuéllar, para resolver distintas exigencias; los del 7 de Mayo, desconocer la asamblea electiva del ala liderada por la familia Erazo Rivera y otorgar la toma de nota a la dirigencia de Enrique Escobar
I. Carolina Campos
Manifestaciones, marchas y bloqueos que trabajadores sindicalizados del 7 de Mayo y de la Secretaría de Salud realizaron hoy desde temprano por la mañana, desquiciaron las vialidades no solo del centro de la ciudad de Tlaxcala, sino que, por consecuencia, de otras arterias importantes que tuvieron que ser utilizadas por automovilistas y transportistas como vías alternas para llegar a sus destinos.
Las concentraciones en puntos estratégicos y las posteriores marchas hacia el zócalo capitalino por parte de personal de la SESA, así como el bloqueo de la avenida Guerrero, frente al Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCyA), por parte de burócratas, fueron los detonantes de un viernes caótico que incluso provocó el cierre al paso vehicular a El Trébol.
Fueron miles las personas que protagonizaron esas concentraciones para desahogar diversas demandas.
Los de SESA, liderados por la secretaria general de la Sección 27 del SNTSA, Blanca Águila Lima, exigieron la atención personal de la gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, para dar solución a demandas como suministro de medicamentos, insumos, materiales y la destitución del director administrativo de la dependencia, Julio Cesar Meneses, a quien señalan de contratar una proveedora que dota alimentos para las dietas de los enfermos en presunto estado caduco.
Por su parte, los del 7 de Mayo, que están al servicio de los tres Poderes, los municipios y los organismos descentralizados, acudieron al TCyA para demostrar que son trabajadores en activo y que no acudieron a la asamblea de la otra ala que llevaba a cabo una supuesta elección de una nueva dirigencia.
Pero debido a que se nombró un solo actuario para registrar a más de mil 500 trabajadores sindicalizados, la instrucción de su secretario general electo, Enrique Escobar Cortés, los convocó a movilizarse al Centro de Convenciones donde, en medio de conatos de bronca con granaderos y opositores, lograron “reventar” la asamblea electiva impulsada por la familia Erazo Rivera, otrora, líderes de ese gremio y que busca retomar el control.
Mientras la marcha del personal al servicio de salud fue multitudinaria, ruidosa y pacífica, la de los burócratas fue multitudinaria, ruidosa, pero con episodios de violencia que incluyó el destrozo de cristales del acceso principal al Centro de Convenciones y quema de lonas y otros documentos de la asamblea electiva.
Las resoluciones de ambos eventos parecen distar mucho en resolverse, pero el Gobierno del Estado tendrá que intervenir para evitar que crezcan todavía más las inconformidades.
