Crisis de lectura

Bernardino Vazquez Mazatzi

Escritor y Periodista

Los más optimistas dicen que en México cada habitante lee 3.5 libros al año. Los pesimistas aseguran que hay mexicanos que simplemente no leen un solo libro, ni siquiera medio, en 365 días. Y en estos tristes datos incluyen a personas de diversos estratos sociales y con diferentes niveles de educación o instrucción escolar, es decir, que hay analfabetos y profesionistas que le tienen tirria a la lectura y hay ricos y pobres que están peleados con los libros.

En las escuelas de educación secundaria y preparatoria el problema de lectura es significativo. A la pregunta de ¿qué escritor tlaxcalteca conoces?  La respuesta es Miguel N. Lira, como si antes de él y después de él no haya habido creadores. Y su contestación no es de extrañar debido a que el trabajo literario de los escritores locales no es difundido porque se carece de un plan, estrategia y trabajo para ello desde las instituciones de cultura y de educación.

Los alumnos de segundaria y bachillerato no conocen a los escritores tlaxcaltecas porque en los planteles educativos muy rara vez se presenta un libro y extrañamente un escritor es llevado hasta las escuelas. Los jóvenes no conocen a los artistas de las letras porque nadie los presenta, aunque sea de palabra y nadie les habla del título de sus obras. Así es que, si no conocen en persona a un autor, menos van a saber qué libro ha escrito, cuándo y dónde lo ha presentado, de qué trata, cuánto cuesta o mínimo cuál es su portada.

Y si en eso de la ignorancia andamos, entre las autoridades educativas y entre los políticos las cosas no son diferentes. Me consta que maestros con cargos de funcionarios del sector educativo y dirigentes de partidos y presidentes municipales, regidores y diputados entre otros, desconocen de obras y autores tlaxcaltecas. Ellos tampoco son muy afines a la lectura y también están peleados con el arte en términos de letras.

Claro que hay excepciones, muy honrosas y meritorias excepciones, pero son desgraciadamente muy contados los casos de gente y no necesariamente pública o de la política o del poder, sino simplemente ciudadano de a pie, que ha leído varios o muchos libros de escritores tlaxcaltecas y siguen su trayectoria y hasta saben de las próximas producciones literarias. Pero insisto, son contados con los dedos de las manos en una población de más de un millón 300 mil tlaxcaltecas.

De esta forma, podemos decir que en México y en Tlaxcala existe una grave crisis de lectura y que no hay planes, programas, proyectos y ni siquiera intenciones de revertir esta situación. En los municipios los esfuerzos, si los hay, sin insignificantes; hay apenas bosquejos de intentos. A los presidentes municipales, en su ignorancia, no les importa fomentar la lectura ni promover ogras y autores pues desde su miope perspectiva, no les deja nada políticamente. No les interesa, no le encuentran beneficio alguno, no saben para qué sirve la lectura.

A nivel estatal no hay un proyecto que vincule a los es escritores con las escuelas y los estudiantes. No hay un presupuesto para reeditar la obra de autores tlaxcaltecas y esa obra no existe en las bibliotecas de escuela o de aula ni hay intenciones de que la haya algún día. En el Instituto Tlaxcalteca de la Cultura ni siquiera existe un padrón o lista de escritores tlaxcaltecas. No hay un presupuesto para financiar publicaciones nuevas ni hay recursos para apoyar a un escritor en una presentación fuera del país. Ni siquiera hay un poco de dinero para financiar un viaje corto al interior del país.

En otros países el impulso a la creación literaria, a la lectura, a la difusión de los libros y el acercamiento de las letras y sus artistas al público y especialmente a los estudiantes es muy notable y ni siquiera hay un punto de comparación con el nivel de desinterés y apatía que hay en México y en Tlaxcala. Es una vergüenza lo que nos pasa como sociedad y gobierno en este tema. La distancia entre el rechazo a los libros y la delincuencia es proporcional. La falta de amor por los libros y por la lectura explica el nivel de violencia hacia la mujer y el desprecio hacia su vida. Una sociedad sin afición por la lectura es una sociedad propensa a equivocarse repetidamente. Los linchamientos y la anarquía individual y colectiva son consecuencia…

En otros países como Cuba, un ciudadano poco afecto a los libros lee 25 libros al año mientras que un cubano culto lee hasta 50 anualmente. En España, Inglaterra, Francia y algunos países de Asia el tema de la lectura es esencial, obligatoria, vital. En algunas naciones el apoyo e impulso a los creadores es digno de mención; no por nada su nivel de desarrollo e inteligencia es muy diferente.

En este tema estamos mal, muy mal…

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