Primera parte
Hugo Valdez Hernández
El salario es el precio de una determinada mercancía, de la fuerza de trabajo. Por tanto, el salario se halla determinado por las mismas leyes que determinan el precio de cualquier otra mercancía. El precio de una mercancía fluctúa (de acuerdo a la oferta y la demanda) por encima o por debajo de su valor, el cual está determinado por el tiempo socialmente necesario invertido en ella, por su costo de producción. A hora bien ¿cuál es el coste de producción de la fuerza de trabajo? Es lo que cuesta sostener al obrero como tal obrero y educarlo para este oficio.
El obrero intercambia su mercancía, la fuerza de trabajo, por otra mercancía en posesión del capitalista, el salario (el cual representa los medios de vida necesarios para mantenerse como tal). Esta relación, capitalista –obrero se da en un esquema de cierto desarrollo de las fuerzas productivas “Con la invención de un nuevo instrumento de guerra, el arma de fuego, hubo de cambiar forzosamente toda la organización interna de los ejércitos” Marx. Las relaciones sociales de producción cambian al desarrollarse los medios materiales de producción.
La sociedad antigua, la sociedad feudal, la sociedad burguesa, son otros tantos conjuntos de relaciones de producción, cada uno de los cuales representa, a la vez, un grado especial de desarrollo en la historia de la humanidad.
Ahora bien, en la relación obrero-patrón acontece lo siguiente: el obrero a cambio de su fuerza de trabajo obtiene medios de vida y el patrón adquiere de este trabajo, la actividad productiva del obrero, la fuerza creadora con la cual el obrero no solo repone lo que consume, sino que da al trabajo acumulado un mayor valor del que antes poseía. Sí, un mayor valor del que antes poseía. Ejemplo:
Un granjero paga a su jornalero $150 por día. Por los $150 el jornalero trabaja la tierra del granjero por un día entero, asegurándole con su trabajo un ingreso de $600. El granjero no solo recupera los valores que cede al jornalero, sino que los cuadruplica. Por lo tanto, el granjero consume de un modo productivo los $150 que paga al jornalero. Por estos $150 compra precisamente el trabajo y la fuerza del jornalero, que crean productos del campo por un valor de cuatro veces superior y convierten los $150 en $600. En cambio, el jornalero, obtiene en vez de su fuerza productiva, cuyos frutos ha cedido al granjero, $150 que cambia por medios de vida, los cuales consume más o menos pronto.
De esta forma es como la fortuna de un puñado de patrones, dueños de cadenas de empresas, aumentan su riqueza: compran materias primas, herramientas de trabajo, las cuales son producidas y puestas en la fábrica por trabajo humano, además, compran una mercancía muy peculiar, la fuerza de trabajo, la única mercancía capaz de crear nuevo valor.
Carlos Slim es el hombre más rico de México y según Forbes, ocupa el número 16 en el ranking mundial, es dueño de Grupo Carso (actualmente tiene concesiones para construir el Tren Maya), America Movil, Grupo Financiero Inbursa, entre otras. Su riqueza millonaria no ha dejado de crecer. La lucha de los obreros de Amatech en Tlaxcala es justa y raya dentro de lo perfectamente posible. No nos queda más que reconocer su valentía y brindarles todo nuestro apoyo.