SOCIOLOGANTE

Mtra. Elsa Martínez Flores/Columnista

Actualmente, en la jerga popular, decir “con Tokio” da a entender que alguien va: “con todo”, o bien afirmamos: “vamos con todo”, es decir, hacer lo posible para lograr un objetivo y que viene a colación en el marco de los Juegos Olímpicos Tokio 2021; evento deportivo que se ha visto en polémica desde el inicio de la pandemia y el cual fue pospuesto un año, para finalmente realizarlo en este periodo.

Sin embargo, se está llevando a cabo y en el medallero olímpico observamos como siempre, que México va muy atrás de naciones que se destacan por colocarse en los primeros lugares en diferentes las siguientes disciplinas deportivas: Taekwondo, tiro con arco, ciclismo, boxeo, judo, caminata, natación, entre otras.

Nos emocionamos por las pocas medallas que se obtienen, porque sabemos del trabajo que el atleta realizó, las horas que invirtió en su entrenamiento y la disciplina con la que se condujo para obtener ese resultado. Sin embargo, después del aplauso viene la reflexión ¿por qué no podemos alcanzar a las grandes naciones acumulando los premios?

Viene a la mente desde el apoyo de las instituciones de gobierno, idiosincrasia, la estructura ósea de países nórdicos, europeos o bien afroamericanos, y así podríamos señalar varias diferencias, sin embargo, hay algo que hace destacar a una persona de otras: la disciplina.

No es fácil llevar esta conducta en la vida diaria, pues existen distractores diarios alrededor de los deportistas; de 9 horas reducen su entrenamiento a 7 y tal vez, añadirle dos sean el factor de éxito; pero faltó disciplina, ajustar el reloj y levantarse más temprano, sacrificar el tiempo de sueño o de convivencia familiar o de otro tipo en aras de una meta.

Sabemos que las instituciones de gobierno son factor determinante al impulso de un deportista, tal vez un 50 por ciento, pero si no se hace lo primero, que es entrenar hasta alcanzar la perfección o por lo menos casi llegar a ella; lo demás se complicará también.

Hay muchos mexicanos que tienen disciplina, tal vez no en el deporte, pero sí en otras actividades, sin embargo, nuestro pueblo no se caracteriza precisamente por eso, y bajamos el ritmo cuando éste debe de llegar a la pasión total; desgastarse, no al punto de romperse, sino de endurecer los músculos, las manos, las piernas, de lo que se intente realizar, que se haga con el corazón.

De eso se trata el deporte, de que en el seno familiar y escolar se fomente la disciplina, la puntualidad, el compromiso, el hábito, el abandonar la palabra no se puede, todos podemos, pero requiere entrega y muchísimas horas de entrenamiento en el área donde se requiera ser mejor…CON TOKIO.

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