Culmina conflicto laboral en SESA y liberan calle céntrica de Chiautempan

Acuerdan sindicato y autoridades del sector llevar a cabo la tercera fase de formalización laboral; plantón en oficinas centrales se levanta

Gerardo Santillán

El mediodía de este miércoles culminó el conflicto laboral en la Secretaría de Salud, una vez que las autoridades del sector en Tlaxcala y la dirigencia de la Sección 27 del Sindicato de Trabajadores de la SESA, llevar a cabo la tercera fase de formalización laboral para unos 400 empleados de contrato.

De la misma manera, el Gobierno del Estado avaló que se mantenga el pago del concepto 30 de alto riesgo para personal médico de urgencias, la sucesión de plazas a familiares, un bono adicional de fin de sexenio , así como la recontratación de personal despedido en las últimas fechas.

Así lo informó hace unos momentos la dirigenta gremial, Blanca Águila Lima, quien ofreció una asamblea informativa pública frente a las instalaciones de oficinas centrales de la SESA, en el centro de la ciudad de Chiautempan, por lo que de inmediato se ordenó levantar el plantón que inició el lunes, liberar la calle Ignacio Picazo y reincorporarse todos a sus actividades normales en sus unidades correspondientes.

Ante cientos de trabajadores, Águila Lima, quien mantuvo con autoridades estatales una maratónica negociación, dijo que en la parte médica y enfermería todos los que fueron despedidos se van a reinstalar, en tanto que se hará una revisión completa de todo el grupo de trabajadores “para ver las consideraciones donde tenga que haber consideraciones”. La víspera, dijo que unos 200 empleados habían baja.

Aseguró que se mantuvieron en plantón los que no estaban en turnos laborales, por lo que no hubo afectaciones los servicios.

También indicó que se mantendrá la facultad del sindicato de que el 50 por ciento del personal de contrato pueda ser promovido para la formalización, mientras que el otro porcentaje corresponderá a los directivos de la SESA. Entre ellos se verán beneficiados médicos especialistas, enfermeras, trabajadores sociales, camilleros, administrativos, entre otros.

El conflicto surgió a raíz de que tanto el secretario de Salud, Alejandro Guarneros Chumacero, como su personal administrativo, se negaba a llevar a cabo el proceso de formalización bajo el argumento de que no había dinero, a pesar de que la federación dispuso de 80 millones de pesos este año.