Las encuestas

Por: Joel Flores Bonilla

Una herramienta que llama la atención en el proceso electoral, son las encuestas de opinión o estudios demoscópicos, esto debido a la curiosidad que despierta en la ciudadanía, el tratar de conocer a los posibles candidatos ganadores de la elección.

En si las encuestas son estudios de opinión sustentados en una metodología que permite obtener información de la sociedad, ya sea previo a un proceso electoral o durante. Si el momento es preelectoral, puede servir para evaluar, por ejemplo, una política pública o para conocer la opinión de una parte de la población que tiene de un candidato. En el segundo caso, se usa para conocer la intención del voto y tratar de tener una aproximación de las personas que votarían o no, por un candidato en particular o para compararlo con varios candidatos.

Incluso existe un área de las ciencias sociales que se dedica a examinar las opiniones, aficiones y comportamientos humanos conocido como demoscopia, la cual puede utilizarse en la política y otras áreas como la economía, la tecnología, la moda, por mencionar algunas.

El inicio de los sondeos con fines políticos se remonta a 1936 cuando George Gallup predice mediante un muestreo demográfico representativo la victoria de Franklin D. Roosevelt.

En 1957 el politólogo y economista francés Bertrand Jouvenel y su compatriota Gastón Berger, realizan ensayos de prospectiva para tratar de buscar una relación del presente con el futuro, sentando las bases de lo que concierne al porvenir como una manera de tomar decisiones para construir un futuro deseable.

Mientras tanto, en México este proyecto inicia en 1976 con Adip Sabag Sabag, Doctor en Prospectiva por la Universidad de París y discípulo de Bertrand Jouvenel, quién es el encargado de fundar y dirigir hasta la fecha el Instituto Superior de Estudios Prospectivos. Por cierto el Dr. Adip Sabag actualmente reside en San Lucas Cuauhtelulpan, Tlaxcala y además, es un entusiasta de la astronomía y está a cargo del planetario Astroseum.

Las encuestas con fines político electorales comenzaron a tener un auge en 1994, cuando el partido hegemónico comenzó a mostrar un desgaste, lo cual permitió una mayor pluralidad y en algunos casos la alternancia política en el gobierno.

Desde entonces, ha existido una controversia por el abuso que se ha dado, debido a que en nuestro país no existe una regulación al respecto y hayan proliferado empresas privadas sin cumplir el rigor metodológico científico que de la certidumbre con un pequeño margen de error. Por el otro lado, hay que considerar el

financiamiento que realizan medios de comunicación o incluso candidatos que más bien buscan la desestabilización, la confusión y crear un sesgo a favor o en contra de un candidato.

Es por eso que para el proceso electoral 2021, se debe tener cuidado en no dejarse llevar por el canto de las sirenas, pues se puede caer en un exceso de confianza o las encuestas se puedan utilizar para distorsionar la realidad y generar una tendencia en los votantes. Hasta la próxima.