SOCIOLOGANTE
A seis meses de nuevas administraciones
Mtra. Elsa Martínez Flores
Parece que fue ayer para muchos quienes entraron a laborar a una dependencia de gobierno ya sea federal, estatal o bien en alguna presidencia municipal. Viven los últimos meses de alguna administración que los contrató para realizar determinada función administrativa.
El ambiente que existe actualmente en diversos niveles es de incertidumbre y de nostalgia al mismo tiempo, muchas personas se preocupan por lo que sigue, en septiembre llegarán quienes ocupen su lugar donde dejaron tiempo y esfuerzo, no importa si llegaron en alguna campaña, ellos desquitaron ese sueldo que devengaron de alguna forma.
“Tlaxcala vive de la política” me dijo alguien una vez, y como tal, esta dinámica es entendida no sólo en nuestra entidad sino en el país, México es así.
Sin embargo, en nuestro Estado se da una particularidad, al ser pequeño, una persona es inmediatamente estigmatizada y catalogada por algún partido, simple y sencillamente porque “colaboró” en campaña”, porque “trabajó en el gobierno, perredista, panista o priista” y sin más, lo vetan.
Las nuevas administraciones no se fijan si la gente que sale es competente, capaz, responsable, y un sinfín de requisitos que el trabajador desarrolló hasta convertirse en experto en su área, ellos tienen acuerdos y compromisos que deben cumplir, lo cual es entendible porque la política es así.
Sin embargo, los nuevos gobiernos deben comenzar a ejercer el discurso de reconciliación y apertura, dejar de ver a la persona que dejó de laborar ahí como enemiga, sino como un ciudadano más que colaboró un tiempo y que si estuvo ahí fue porque se tiene una necesidad laboral, aunque aclaro, de todos los que entrarán la trabajar en alguna presidencia o dependencia del Estado, son afines a algún proyecto político. Trabajo y política van de la mano, es inevitable, sólo que en Tlaxcala deberían ser más incluyentes.
Sin rencores, sin estigmas, deben prepararse tanto los que salen como los que entran, estamos muy lejos de alcanzar ese nivel que se necesita para apoyarse uno al otro, pero deberíamos comenzar por no catalogar, el que se va pondrá en práctica todo ese bagaje de conocimientos adquiridos en estos años y los que llegan aprenderán y crecerán.
En seis meses iniciará la entrega recepción y de alguna forma todo se reiniciará, existen programas que tal vez valdría la pena rescatar, que el trabajo de las personas no se pierda, comprender que existen muchas dinámicas, proyectos entre otras cosas de las administraciones anteriores las cuales pueden darles continuidad, eso sería dar un gran paso hacia una mentalidad abierta e incluyente.