Alejandro López Bonilla
Ya estamos apunto de comenzar oficialmente el proceso electoral del 2021. Muchos aspirantes están levantando la mano y, tal vez, otros negociando su candidatura. Asimismo, los partidos políticos ya están hablando desde hace tiempo sobre generar coaliciones.
Sin duda, Morena es el rival a vencer. Después de la paliza que le dió a todos los partidos en el 2018 se ha vuelto el nuevo chico malo de la escuela. Junto con el PT y el PES, hoy Partido Encuentro Solidario (el nuevo PES) se volvieron los bulleadores. Tal vez el famoso “tucán”, partido experto en ser arribista, se sume a las filas. Por otro lado, la indiscutible coalición del PAN-PRD-PAC (la oposición) ya es un hecho. Sin embargo, al parecer cada vez se vuelve más real que la pandilla, que ha perdido cierto poder político, del PRI quiere hacer un equipo junto con “la oposición” para hacerle frente al bullying de la pandilla “la esperanza”
En efecto, está súper coalición traería un gran número de votos si sumamos la militancia de todos ellos. Pero, ¿quién les asegura que la militancia de dicha super coalición votaría a favor de los candidatos? Es decir, ¿se imaginan a militantes del PAN y PRD votando por candidatos de las filas del PRI? O, viceversa.
Por otro lado, nada les asegura que la ciudadanía vea factible y efectiva dicha súper coalición; muchos no votarían por ellos por el simple hecho de que harían válido la frase de hace muchos años: el PRIAN. Los votos indecisos o los simpatizantes de la super coalición harían una especie de voto de castigo en contra de su propio partido, tal vez se lo otorguen a Morena.
Es recomendable que cada coalición haga su trabajo. Es decir, Morena y aliados, Pan con los suyos y el PRI con los de siempre, Nueva Alianza Tlaxcala y Partido Socialista. De no ser así la súper coalición no tendrá éxito. No han hecho ningún estudio técnico, empírico y metodológico para saber si por lo menos sería funcional. No piensen como políticos, piensen como ciudadanos.
Ya para cerrar
Si se lleva a cabo está súper coalición no solo perjudicaría la confianza de los ciudadanos, sino a los aspirantes a la gubernatura, principalmente del PAN. Hago la pregunta, ¿Se imaginan a la senadora Minerva Hernández o a Juan Carlos Sánchez García, mejor conocido como SAGA, declinando por el candidato impuesto por el PRI? Dudo mucho que estos aspirantes a la gubernatura apoyen la coalición, no les beneficia. Es mejor que todos se suban al ring y ganen los que tengan las mejores propuestas para sus coaliciones y Tlaxcala.
Los líderes partidistas y, sobre todo, la militancia tendrá que reajustar alianzas, pactos y negociaciones si quieren ganar la gubernatura, u otros cargos. De no ser así les abrirán ellos mismos las puertas a Morena y sus cuates.