Es factible incrementar la productividad, reducir el cansancio laboral y mantenerse saludable
Redacción
Durante los últimos meses de confinamiento, derivado de la pandemia COVID-19, ha disminuido la actividad presencial en las empresas y ha aumentado el trabajo realizado en casa.
La coordinadora del Servicio de Protección y Promoción de la Salud para trabajadores IMSS (SPPSTIMSS), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, Mariana López González, señaló que la modalidad del Home Office (trabajo en casa) tiene múltiples ventajas o beneficios, tanto para las organizaciones y empleadores, como para los trabajadores.
Está comprobado que hay un aumento en la productividad, efectividad y eficiencia, con un aprovechamiento racional de los recursos, porque se disminuyen los costos de producción, el ausentismo laboral, así como también las incapacidades por enfermedad o riesgos de trayecto.
Sin embargo, también hay evidencia de sus desventajas, tanto en condiciones normales como en condiciones de cuarentena, como las que se vive en la actualidad por la emergencia sanitaria del COVID-19, situación que incrementó e intensificó las condiciones precarias de trabajo y sus efectos negativos en la salud física y mental de las personas.
También ha llevado al exceso o a la escasez de trabajo. El trabajador puede experimentar aburrimiento, pero también perder el control debido a las altas exigencias y el ritmo que imponen la operación y el mercado, llevándole a experimentar sobrecarga laboral; este desequilibrio entre las demandas y la capacidad de respuesta del colaborador, desencadena estrés, con la merma consecuente en su desempeño laboral.
El trabajo en casa puede generar, en algunas personas, sentimientos de aislamiento y soledad, experimentar bajo o nulo apoyo y acompañamiento por parte de superiores y compañeros.
Las interacciones, además de disminuir, pueden tornarse conflictivas por problemas de comunicación.
La especialista del IMSS en Tlaxcala sugirió a quienes están realizando Home Office, levantarse a la misma hora que lo haría normalmente cuando salían a trabajar, ducharse e igual, su arreglo personal.
Tener un horario para trabajar y un horario no laboral, en tanto el exceso en ambos sentidos, provocará desequilibrios que afectarán al final, las condiciones físicas y anímicas del trabajador.
Elegir un sitio de trabajo adecuado, lo más parecido posible a una oficina, con buena iluminación y ventilación adecuadas, que cuente con un escritorio o mesa, silla confortable, tener cierta privacidad.
López González reiteró: “es importante permanecer lejos del televisor y de todo lo que pueda generar ruido y distracción; por ningún motivo se quede trabajando en la cama o recostado en el sofá, pues esto lo llevará a adoptar posturas inadecuadas que le pueden ocasionar lesiones”.
Finalmente, la especialista puntualizó que lo más importante en el Home Office es establecer y cumplir un plan de trabajo por objetivos.
Es fundamental que también las organizaciones respeten el derecho a la desconexión laboral de sus trabajadores, cuando finaliza el horario laboral.