Zahr Zuleiman/Redacción
A 10 días del inicio de la llamada “Nueva Normalidad”, el 70 por ciento de las 125 empresas afiliadas a la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) en Tlaxcala ha reiniciado operaciones, llamando a cerca de 12 mil trabajadores –apenas el 55 por ciento del total– para intentar terminar un año que no ha venido bien para las tesorerías de las empresas, aunque se espera que en lo inmediato esto se vaya incrementando, informó el presidente de este sindicato en la entidad, José Noé Altamirano Islas.
Aunado a lo anterior, dijo que un sondeo que se hizo con los colaboradores es que en prácticamente en todos existe miedo y preocupación de enfermarse, pero el mayor temor es perder su empleo. Saben que empresa y trabajadores se la están jugando para salir avante y que la economía no repercuta en el ingreso familiar.
Sin duda existe un impacto emocional en el trabajador. Por ello, las empresas están dando a conocer a sus trabajadores los planes a corto y mediano plazo que tienen para reactivar su economía y mantener los puestos de trabajo.
Expuso que aquellas empresas que han podido apenas sobrevivir, ahora se encuentran frente a mercados que siguen contraídos y que el consumo está paralizado y poco se mueve.
“Así que el panorama y la perspectiva económica para este año y los que vienen son desalentadores con una recuperación económica y social tardía. El único objetivo empresarial que tienen las empresas es
sobrevivir”, mencionó Altamirano Islas.
Contextualizó que con el inicio de la “Nueva Normalidad” por la pandemia de COVID–19, se incluyeron tres sectores como actividades esenciales: fabricación de equipo de transporte, construcción y minería, las cuales en Tlaxcala reinician operaciones de manera paulatina y con un mercado totalmente contraído.
Una vez que las empresas implementaron las medidas y acciones para cumplir con los lineamientos técnicos específicos para la reapertura de las actividades económicas, su arranque fue mínimo en su capacidad operativa.
Algunas empresas sólo hicieron revisiones a sus inventarios y almacenes, otras ajustaron maquinaria y equipos, otras más comenzaron producción mínima pendiente, pero ninguna opera al 100 por ciento como se venía laborando antes de parar la industria; de hecho, su operación es en promedio de 30 por ciento.
Lo anterior se debe principalmente a que el mercado aún se encuentra paralizado, las armadoras no han reiniciado la demanda a sus proveedores, por lo que la fabricación de vehículos no ha comenzado como se esperaría.
De igual manera ha afectado que las armadoras como Volkswagen y Audi no hayan
reiniciado sus operaciones.
Por tanto, es fundamental crear un ambiente de certidumbre y confianza para que se reactive el consumo y la rueda de la oferta y demanda de bienes vuelva trabajar, puntualizó.