El suicidio en MORENA

Bernardino Vazquez Mazatzi

Escritor y Periodista

 

 Si no mal recuerdo, la filosofía o cuando menos el eslogan el Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA, decía que no luchaban por el poder, sino por exterminar la corrupción enquistada en todo nivel de gobierno y en toda forma de negociación que tuviera como protagonistas a los funcionarios y el dinero, además de terminar con la idea de que la política tenía como fin único alcanzar puestos para enriquecerse.

Como discurso e ideal fue lo que quisieron escuchar millones de mexicanos sedientos de un cambio verdadero, tangible, visible y viable y fue ese el mensaje que siguieron esos millones creyendo en la posibilidad de una revolución ideológica y en una renovación suprema de la sociedad mexicana que viniera a servir como ejemplo y modelo para América Latina y el mundo; ese modelo de política sería lo que vendría a marcar la historia moderna de México.

Pero el partido MORENA como cualquier otro partido o como cualquier religión u organización social, está formado por personas y estas no necesariamente piensan que la política puede llevar igualdad al pueblo o que puede ser la oportunidad para llevar justicia a todos los mexicanos; unos cuantos militantes y simpatizantes creen que sí, pero no aquellos que tienen la posibilidad de decidir o que están en lugares en donde se puede sacar provecho de la posición que se ocupa actualmente ya sea en el gobierno, en las diputaciones o senadurías.

Así es que la sociedad mexicana, en su mayoría, observa con enorme frustración cómo el ideal de un hombre o muchos ciudadanos honestos y de buena fe, se va a la basura ante la ambición de unos cuantos que desde un principio se camuflaron y se enquistaron en el movimiento de reciente creación buscando, como siempre y desde siempre, ahora para el futuro, posicionarse para alcanzar otras metas y nuevos puestos con el fin de no dejar de comer del presupuesto y no dejar de enriquecerse de cualquier forma, sin detenerse en modos y métodos y por encima de quien se tenga que pasar.

Las asambleas distritales de MORENA, casi todas las celebradas en el país para elegir consejeros y posteriormente dirigencias estatales y municipales, resultaron un asco, una muestra de lo que NO se debe hacer y exhiben los viejos vicios y prácticas de la política nacional de la que tanto tenemos que avergonzarnos como cultura y sociedad. En algunos casos, estos procesos que debieron ser democráticos y pulcros, maduros e inteligentes, superaron en mucho el cochinero que tanto criticaron quienes ahora se adueñaron de ese movimiento. Los actos que a control remoto y por voz y manos de incondicionales realizaron los que ahora usufructúan las siglas y colores de MORENA son aborrecibles, deleznables y condenables.

Al último, sin importancia, sin derechos, sin oportunidades, quedaron los militantes, los simpatizantes, quienes creyeron en el cambio, los que acompañaron el triunfo de Andrés Manuel López Obrador y quienes confían y esperan la cuarta transformación. Esas personas se sienten defraudadas, se muestran impotentes ante tanto cinismo de los líderes de papel y creen que no es eso lo que necesitan, lo que merecen y esperan de un partido que tuvo, que tiene que ser diferente, que debió ser espacio para todos y no para alentar las ambiciones de unos cuantos. A dónde quedó el partido que representaba la esperanza de México.

Morena es una mezcla de colores, siglas, ideologías, personajes, corrientes, tribus y grupos, muchos de ellos con imborrable pasado e irrenunciables colores amarillos, azules y tricolores; son caballo de Troya, son virus peligrosos y entes incapaces de cambiar o corregirse; así pierde originalidad una ideología y pierde rumbo y sentido. MORENA es una torre de Babel, una cena de negros y una guerra que como todas, es absurda, estúpida.

Claro que hay alguien o algunos a quienes les conviene la descomposición del partido en el poder federal y esos tienen nombre y apellido y aun así, se mantienen en sus puestos y desde ahí harán fracasar a ese partido; no hay que perderse el siguiente capítulo de esta batalla que no tendrá ganadores dentro de MORENA.

Y desde luego, los partidos de oposición están que bailan de gusto… van bien todos…

Relacionados

Comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button
WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com