Arte, política y gobierno

Los burócratas de la cultura, el deporte y la educación se convierten en enemigos de la cultura, la educación y el deporte,  ante su falta de conocimiento y de sus responsabilidades

Bernardino Vazquez Mazatzi/Escritor y Periodista

En Bogotá Colombia, dije que el gobierno siempre estará en deuda con los creadores y que no había hace años ni hay hoy, un proyecto institucional que le haga justicia a los artistas de Tlaxcala, estado en el que la burocracia y los funcionarios del sector cultural no sólo no apoyan, sino obstruyen, entorpecen y hasta agreden a escritores, pintores, músicos y demás productores de las bellas artes.

No ha habido gobierno en Tlaxcala, de ningún partido político y por mucho que lo griten y traten de demostrarlo, que haya entendido perfectamente que es con educación, cultura y deporte, con los que México y esta entidad van a poder salir adelante en todos los aspectos pues estos tres elementos son indispensables para crear seres conscientes, inteligentes, participativos, sanos y con calidad de vida.

La cultura, el deporte y la educación muchas de las veces son el tema obligado en los discursos de los candidatos porque saben que ese argumento vende, aunque, por desgracia, su perorata no sea más que el mismo catálogo de buenas intenciones y el mismo mensaje vacío sin propuesta viable ni destinatario concreto.

Los políticos y candidatos, muchos de ellos próximos gobernantes, hablan de arte, de cultura y de creadores sólo para parecerse cultos pero desconocen el nombre de un escritor o de un pintor o de un actor de teatro y mucho menos nos pueden hablar del nombre de alguna obra producción de un artista tlaxcalteca.

Su afán es única y exclusivamente para ganar las elecciones, recuperar la inversión hecha en la campaña electoral, colocar en las direcciones y coordinaciones municipales a los incondicionales, a quienes ordena el compromiso político, las imposiciones del partido, a los ahijados y recomendados, aunque no cubran el perfil, aunque de su área y responsabilidades no tengan ni idea.

Por ello, quienes como funcionarios municipales o estatales debieran fomentar todas las disciplinas del deporte, incentivar la creación artística, apoyar y reconocer a los creadores, invertir tiempo y recursos en cultura, al llegar al poder no sabe ni qué hacer y terminan por enfrentarse a su realidad de ignorantes con salario y también terminan por confrontarse con los deportistas, creadores y con todo aquel que les pida apoyo o cuando menos, que cumplan con su trabajo y desquiten su salario.

En ese sentido, los burócratas de la cultura, el deporte y la educación se convierten en enemigos de la cultura, la educación y el deporte y ante su falta de conocimiento y de sus responsabilidades y obligaciones se convierten en un lastre para los sectores que, se ha demostrado en las culturas y sociedades de Europa, deberían servir para sacar del atraso social a la nuestro país y nuestro estado.

A los políticos y candidatos que buscan emplearse como servidores del pueblo habría que hacerles un llamado para que volteen hacia la educación, el deporte y el arte, a que le hagan justicia a los creadores y reconozcan su talento. En Tlaxcala hay un enorme potencial creativo, hay grupos importantísimos de productores de obras diversas, pero no tienen a veces ni lo mínimo indispensable para continuar, mientras el poder, los funcionarios y consentidos del régimen gastan el presupuesto en banalidades completamente alejados de la sociedad.

Los creadores no quieren ser tratados de forma especial, no quieren tratos diferentes al resto de la gente, no buscan privilegios, sino reconocimiento y apoyo, quieren y exigen el fin de las mafias que se han enquistado en los centros culturales del estado y entre quienes por ser recomendados y consentidos del gobierno en turno se adueñan de todas las becas y los apoyos pero que no ofrecen ninguna forma de resultados.

Al electorado se le hace una recomendación: votar por quien hable, entienda y proponga en materia educativa, deportiva y de apoyo a los creadores. Un funcionario, de cualquier nivel, que tenga como prioridad estas áreas, sin duda será un buen gobernante pues sólo lo son quienes tienen la suficiente sensibilidad como para entender de esto.