Tepeyololco, una década de sanación empleando la medicina del calor: el temazcal
Lugar dedicado a la recuperación de sabores y tradiciones, un legado que transmitir
Martha Aguila
“Toci”, “Tepeyolotli” y “Xilbabá” es el nombre de los tres baños con los que cuenta el Centro Ecoturístico “Tepeyololco”, empleando la medicina del calor: el temazcal. Un centro de sanación, donde la familia Corona Vargas, hijos y nietos, le reciben.
En la actualidad hay numerosas personas que buscan la medicina que conocieron en el hogar y en la cosmogonía ancestral, por ello recurren al temazcal. Allí encuentran tranquilidad para su espíritu y bienestar corporal.
Para Guadalupe Corona Vargas, la abuela del lugar como le conocen cariñosamente, en este mundo tan ajetreado brota la necesidad de conocer la memoria ancestral, gozar de la tranquilidad, explorar nuestras esferas de percepción. Es por ello que el trabajo en este temazcal es más que un spa o un baño con hierbas o un vapor.
“En el temazcal encuentras un sitio para cantar, platicar, llorar, danzar y lo más importante: nos ponemos en contacto con Tonantzin Tlalli”.
La abuela es la que guía los trabajos dentro del temazcal y dice: “para que la energía esté armonizada es necesario que conozcas tu cuerpo, lo ames y lo vivas”.
En los trabajos de temazcal, el fuego es responsabilidad de los varones, y quienes realizan estos trabajos se les da el nombre de “águila de fuego”.
“Tepeyololco” se ubica en la comunidad de Ocotitla, en Calzada de los Alcanfores, municipio de Tetla de la Solidaridad, un lugar que alguna vez fue un volcán, por tal motivo, hay piedras que se pueden calentar y en unión con el agua generan el atlachinolli, elemento importante para beneficiarse del temazcal.
Tepeyolotli se empezó a trabajar con la ayuda de los miembros del temazcal Tlazolteotl. A lo largo de estos 10 años han sido diferentes compañeras y águilas de fuego quienes han apoyado los trabajos del temazcal.
“Toci” se edificó en 1872, cuenta con una antigüedad de 147 años, y se le conoce como temazcal de ombligo, se calentaba y antes de que entraran las mujeres se sombrereaba, esto debía hacerlo un varón, porque los varones se entendían con Huehuetéotl porque es una fuerza que quema y despedaza. Cuando las abuelitas ingresan al temazcal, el calor es femenino, Chantico: la que cobija.
“Hace dos años iniciamos la capacitación de mujeres y varones para ser cihuacotl-una persona sabía- que sabe escuchar y guiar un grupo para ayudar a las personas en su crecimiento, razón de trabajar el temazcal de manera integral”.
La cihuacoatl debe ser justa, prudente, tranquila, asertiva. Ello requiere mucha lectura, reflexión, humildad y rezo. De manera individual y colectiva, para ello se asiste a los Consejos de Abuelos.
Por todo lo anterior, resulta un sitio perfecto para quienes buscan tranquilidad y una nueva experiencia, a través de la medicina natural, además, los interesados podrán encontrar el servicio de comedor, zonas recreativas y dormitorios, todo a un costo muy accesible.
La abuela se siente contenta cuando los visitantes se sienten bien, pero también hay quienes no aguantan tanto calor, pero como ha ocurrido en el pasado, la gente recurre a los temazcales, de ahí la importancia de transmitir el legado.
El próximo sábado habrá un baño de temaxzcal, los interesados los pueden consultar aquí: