Fuerte sicosis fue la que se vivió durante la tarde del domingo en la zona centro y comercial de la ciudad de Chiautempan, hasta donde se extendió la búsqueda de los agresores a balazos de comerciantes en el tianguis dominical del Mercado Nuevo momentos antes.
Con razón, los locatarios debieron bajar sus cortinas y las personas guarecerse ante la fuerte movilización que se registró en las calles Morelos, Manuel Saldaña y el parque Hidalgo; sin embargo, también las noticias falsas fluyeron con gran velocidad, sobre la supuesta presencia de un grupo armado y un robo a la tienda Coppel. Luego se confirmó que eran policías de investigación adscritos a la PGJE y que en la tienda hubo un rastreo de maleantes. Finalmente dos fueron detenidos.
El hecho es que la movilización de los guardianes del orden, casi nunca vista en los años recientes en Santa Ana, generó una sensación de que la ciudad lanera ya no es lo que era antes y que la delincuencia quiere hacer de las suyas; pero también, se debe reconocer la rápida reacción de los uniformados locales y que mostraron estar preparados para atender temas de alto impacto. Eso sí, todos los ciudadanos esperan que siempre mejoren esas estrategias.
Lo que es prácticamente un hecho es que el tianguis dominical que comparten Chiautempan y Tlaltelulco debe considerarse un foco rojo en materia de inseguridad, y por más que se piense que los dos ataques armados suscitados en un mes son dirigidos y por problemas entre comerciantes, es innegable que los consumidores se ponen en riesgo de estar en el lugar y momento equivocado durante un fuego cruzado.
Si bien el conflicto parece estar focalizado en la zona de chácharas que corresponde a Tlaltelulco principalmente, donde líderes comerciantes tienen viejas rencillas, es cierto que el tianguis es un todo y aun el punto diametralmente opuesto no está exento de violencia, pues la zona es una olla exprés.
Tras el asesinato de un vendedor el domingo y lo sucedido en el centro, más de un comentario familiar y de amistades fue en el sentido de que ya lo pensarán dos veces para ir a comprar los domingos el Mercado Nuevo. Nada que desaliente el comercio en la zona nada semana, pero que sí debe tomarse en cuenta para que las medidas de seguridad y prevención se refuercen.
Ahora bien, las autoridades de los distintos niveles seguramente ya conocen cuál es el modus operandi y los intereses de los maloras, pues el dinero que se mueve ahí cada domingo es altísimo, de tal suerte que la procuración de justicia no debería tardar para dar con el hilo. El caso es que le quieran entrar, no solo por los intereses que ahí se mueven, sino por el riesgo que representa. Recordar, hubo dos detenidos y dos muertos.
