¿Otra reforma para el fracaso?

Bernardino Vazquez Mazatzi

Escritor y Periodista

 

Lo que México necesita no es una reforma sino una verdadera revolución en materia educativa. Lo hecho en los años recientes por uno que otro gobierno de uno o varios partidos políticos no es más que un remiendo a un profunda ruptura o lo que es lo mismo, la prescripción de un mejoralito a un mal de grandes proporciones y consecuencias.

Los dos sexenios anteriores se quemaron el cerebro inventando una reforma que confundieron con modificación y mejoramiento de los contenidos y sistema de enseñanza aprendizaje y aplicaron un sistema que más bien fue una transformación administrativa y un sistema de persecución y agresión al magisterio. En ese intento fallido casi incendian al país y llevan a la cárcel a todo maestro que no pensara igual que el régimen.

Urge una verdadera revolución al sistema educativo nacional y al parecer, la reforma aprobada en el marco de la cuarta transformación podría no ofrecer buenos resultados a corto o a mediano plazo e incluso, podría no ser viable ante el enorme recorte presupuestal a todos los sectores sociales y productivos del país. La más reciente reforma, no obstante las buenas intenciones y la polémica en la que vio envuelta, parece no contener el remedio para la grave enfermedad que padece la educación en México.

Esta no incluye recuperar la confianza social hacia el maestro, no le otorga al docente el grado de guía y respeto que tenía antaño, no le concede la obligación o derecho o posibilidad de aplicar una disciplina al interior de la escuela y sobre el estudiante, no le regresan la autoridad y capacidad de decisión sobre el alumno y dentro del plantel… el maestro sigue siendo trabajador, empleado y hasta un recurso humano sustituible o no tan importante, en perjuicio de la enseñanza.

La reforma reciente involucra a los padres de familia pero no los obliga a intervenir de manera directa. No hay acciones o medidas coercitivas o métodos que hagan forzosa la intervención de los tutores en el aprovechamiento escolar, no hay preceptos que lleven a supervisar la conducta de los alumnos dentro y fuera del plantel y tampoco los hay para estar obligadamente pendientes del desempeño del maestro. Hay graves casos de una total desidia y abandono de los padres de familia respecto a la educación de sus hijos.

Cualquier reforma en la materia está destinada al fracaso si no incluye temas tan fundamentales, ineludibles, obligatorios y vitales como los valores humanos. Toda enseñanza que no los contemple hará del hombre un ser bestial y violentamente más inteligente. Si el sistema educativo nacional no descansa o no está cimentado sobre el humanismo, si no está fortalecido por el respeto, la consciencia y la igualdad entonces no tiene sentido.

Las instituciones educativas del país, y en especial las de los estados de la república, carecen de áreas y personal especializado en valores humanos, y los que existen no son canalizados en tiempo y forma. Al interior del aula no se toca el tema. El maestro desconoce argumentos y métodos para enseñarlos. Al maestro le han atado las manos y le han tapado la boca y todo lo que haga o deje de hacer y lo que diga y calle, es y será usado en su contra.

Por el lado de los padres de familia las cosas tienen rostro de tragedia. Estos delegan al maestro su obligación, derecho y responsabilidad en materia de educación de sus hijos y hasta confunden la educación con la enseñanza. No se interesan por su hijo e ignoran lo que hacen fuera de casa. Lejos de darles ejemplos o disciplina o regaños los consecuentan, defienden y protegen aunque hayan cometido una falta. Los hijos van a la escuela a la defensiva y a la ofensiva. Ignoran temas de igualdad y solidaridad. Y muchos sólo acuden a la escuela por no ayudar a sus padres en el trabajo diario o en los quehaceres de la casa. Las adicciones inician en los adolescentes, en la escuela y de eso, los padres ni se enteran.

En realidad son muchas las cosas de las que adolece la reciente reforma educativa misma que va directo al fracaso si no involucra a todos… y eso significa a todos

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