Percepción ambiental e inteligencia emocional: Armas para enfrentar la crisis hídrica

Reto colosal para el sistema de profesores para guiar a sus estudiantes a través de sus emociones-acciones, para sobrevivir en un ecosistema cada día, más deteriorado.

Rodríguez-Maldonado, J. J. R. y Arana-Hernández, Ma. S.

Introducción

Para los expertos y estudiosos de la percepción ambiental, ésta se construye mediante la información que llega a nuestro sistema de seis sentidos: la vista, el oído, el gusto, el olfato y las manos. Aunado a la intuición (1).

Así que mediante el uso de nuestra percepción, a veces, de manera inconsciente nos relacionamos con nuestro medio ambiente, definido este por los expertos como el sistema formado por la suma de bloques: agua, aire, tierra, contaminación y biodiversidad (uso de la flora y fauna).

De tal manera que nos movemos en un ambiente rural (Tzompantepec), rurbano (Ixtacuixtla) y urbano (Tlaxcala capital), empleamos nuestra percepción para relacionarnos, obtener información y tomar decisiones sobre el ambiente que nos rodea, además de usarlo y abusar de el.

También las propiedades colativas de un determinado paisaje y las emociones que nos producen, van a coadyuvar a apreciar y conservar este paisaje o no.

¡Esta percepción es como un musculo más del perfecto cuerpo humano: se usa y se fortalece!, ¡no se usa! y se atrofia.

Por lo tanto, la percepción ambiental se fortalece con la cultura, exponer a un animal racional pequeño (nivel pre-escolar) a experiencias de teatro, cine, pintura, escultura, música, televisión, poesía y danza, enriquecen su mente y su percepción.

Hoy (siglo XXI) los expertos en educación plantean el reto único y toral para esta generación: desaprender lo aprendido y aprender nuevamente. ¿Cuál es la principal razón para esta afirmación?, la crisis multinivel que enfrenta el planeta, el país, el estado de Tlaxcala y sus 60 municipios.

Hoy (marzo, 2019) la percepción ambiental personal, grupal e institucional puede ser un arma en contra del deterioro ambiental, que cada día cobra vidas humanas, frente a la inacción criminal de la administración federal, estatal y municipal.

El líquido vital para consumo humano que ingiere el animal racional es parte del bloque ambiental AGUA. Y frente al hecho legal, que el acceso a agua potable para el consumo humano es un derecho humano, en Los Reyes Quiahuixtlán, Totolac, Tlaxcala ¡Se cobra, año tras año, el agua potable!, que NO PUEDE SER CONSUMIDA por el animal racional.

¿Cuáles son las razones para que el animal racional permita?, por parte de la administración municipal, lo robe año tras año y no haya alguna acción correctiva, en lo legal, económico y penal.

La observación en campo nos sugiere al menos dos razones, la primera: espero que alguien más lo haga y no me molestes y saquen de mi vida confortable. La segunda: no sé qué hacer, y quien lo sepa hacer y tenga influencia, lo haga y a mí no me cueste un centavo.

Ritter-Ortiz (2018), define esta conducta como el estado de mínimo esfuerzo (individual y colectivo).

¡Vivir con agua y mal vivir sin agua: dos escenarios!

Con una dotación aún abundante del recurso hídrico: Teziutlán, Puebla, presenta humedades relativas del 90% y lluvia durante todo el ciclo anual, durante una lluvia las escorrentías socliman abundantes y bancos abundantes de neblina que están cargados de agua y representan para las construcciones, un reto constante mantenerlas secas.

Las mayores magnitudes de precipitación ocurren de mayo a noviembre, por arriba de los 80 mm.

El sistema de clasificación de Köepen lo denomina clima oceánico, otras clasificaciones lo definen como templado húmedo, semi cálido húmedo y templado frío.

La vida emocional y diaria de un recién llegado a Teziutlán se ve modificada por el clima preponderante y en particular por el agua.

¡Vivir en esta región es vivir con agua abundante! Y por lo tanto se debe conservar por el ciudadano y las administraciones estatales y locales en turno.

Sin embargo, vivir en el estado de Tlaxcala y en particular en el municipio de Tzompantepec es una realidad ostensiblemente diferente: un ambiente restrictivo en cuanto al recurso hídrico, no cuenta con bancos de neblina, no existen precipitaciones pluviales a lo largo del año y ésta ocurre en el periodo de precipitaciones en un ciclo anual.

La clasificación climática de Köepen define al clima del estado de Tlaxcala como el más frio de los templados, con heladas presentes.

El 99.2% del estado presenta clima templado subhúmedo, el 0.6% clima seco y semi-seco, hacia la región este, el restante 0.2% presenta clima frío, localizado en la cumbre del volcán La Malinche (2).

Emociones-acciones

A través de visitas de campo se ha observado en el ecosistema rico en agua (Teziutlán, Puebla) un rechazo consiente e inconsciente, para llevar a cabo acciones de conservación del agua en la localidad y por sistemas educativos locales.

Este rechazo lo explica Goleman, D. (3) de forma clara: el cuasi sistema escolar en el país, priva de las emociones a los estudiantes de los diferentes niveles escolarizados y el resultado en el estudiante de bachillerato es una ausencia de emociones frente a la crisis hídrica, se perciba o no. Aunado a no tener acciones propositivas y proactivas para este recurso natural y en especial para el agua para consumo humano.

Ya que para cada acción del animal racional, esta acción está basada y se promueve por al menos una emoción.

Desde el ecosistema, menos afortunado, de una dotación de agua (Tzompantepec, Tlaxcala) la falta de emociones y acciones propositivas y activas hacia el recurso hídrico, se muestran también.

Las acciones esenciales e impostergables para este grupo de población -estudiantes de nivel bachillerato-, relacionadas y conectadas con una emoción son: saber, conocer, conservar y, usar los recursos hídricos disponibles y en particular el agua para consumo humano.

Reto colosal para el sistema de profesores, para guiar a sus estudiantes a través de sus emociones-acciones, para sobrevivir en un ecosistema cada día, más deteriorado. Así como para esta generación de mexicanos, emociones-acciones para la sobrevivencia pura.

Bibliografia.

1.- Goleman, D. (2016). La inteligencia emocional. Ed.B, S.A.México.397 pp

2.- INEGI. Cuéntame. Información por entidad. http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/tlax/territorio/clima.aspx?tema=me&e=29. 29 marzo, 2019.

3.- Lefebvre, H. (1991) The production of space. Cambridge: Blackwell.

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