Dejar de criminalizar a los migrantes, pide Elving

Al tratar de escapar de migración sufrió un accidente automovilístico que le provocó lesiones en el pie derecho

Martha Aguila

“Veníamos de Puebla en bus y paramos en la estación de aquí (estado), como a las dos horas nos emboscaron los de migración -a mí y a mis dos compañeros-, yo quede en medio y no me percaté que había un carro y la verdad me pegó un particular, el señor se frenó. Los peligros están a diario y para bajo más”, expresó Elving “N”, migrante de Honduras.

Tras lo ocurrido, los vecinos los defendieron y pudieron llegar al albergue de la Sagrada Familia que administra la Casa del Migrante de Apizaco, donde recibieron apoyo para su atención médica, recuperación y descanso para emprender de nueva cuenta su viaje a los Estados Unidos.

Elving de 39 años de edad partió el 20 de marzo del poblado Vías de San Antonio de Camayagua, Honduras, su objetivo reunirse con su hijo de cinco años de edad y su esposa, ambos de nacionalidad norteamericana.

Explica que con las políticas de migración del presidente Donald Trump se congeló la obtención de su visa, pero las ganas de volver a ver a sus familiares le hicieron regresar por un tiempo a su país.

Sin embargo, el trámite para poder regresar con su familia cada vez más se retrasa,  así que optó por emprender el viaje hasta México para llegar como “mojado” a los Estados Unidos.

“Salí porque mi esposa me dijo vete-no tengo problemas- de eso hace dos años. Voy a regresar, porque no tengo problemas en Estados Unidos, si no en el trayecto”, relató.

Al cruzar la frontera con Guatemala, él y sus dos acompañantes a bordo de una combi pudieron cruzar a territorio mexicano, pero a cambio le quitaron su dinero, como unos 600 pesos, pero ya en este país realmente comenzó su travesía.

 “Cuando veníamos de Palenque decían que asaltaban y nos daba mucho miedo, caminamos 12 horas pero no encontramos ninguna dificultad. En Coatzacoalcos teníamos un problema de asalto pero llegamos a Tierra Blanca, también nos dijeron que estábamos en peligro hasta Orizaba porque asaltaban el tren en el último turno. Así que tomamos un autobús para Puebla y aquí (Tlaxcala) nos emboscaron los de migración, después el accidente”.

Señaló que los peligros para los migrantes están a la orden del día, por ello, pidió evitar que los criminalicen como sucede en México, aunque afortunadamente hay lugares donde los asisten como la Casa del Migrante y tienen acompañamiento de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).

Tras su recuperación-hace unas dos semanas-dijo que emprendería de nueva cuenta su viaje, una vez mejor de salud se subiría a la bestia para reunirse con su familia.

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