Lo abandonó cuando tenía un año de edad junto con sus hermanos
Por I. Carolina Campos
“Como regalo de Día del Niño me gustaría conocer a mi mamá”, es el deseo de Lalito, un niño de 5 años de edad que su mayor anhelo es conocer a su madre que los abandonó a él y a sus dos hermanos junto con su papá, cuando apenas tenía un año de edad.
Lalito acompañado de su padre que se dedica a vender en las plazas de los tianguis de Tlaxcala, Contla, Apizaco y Chiautempan, comparte con nuestros lectores de Ojo Águila uno de sus mayores deseos, conocer físicamente a su madre. Su papá de 35 años de edad de nombre Alberto, abraza a su hijo que mantiene la esperanza de que en alguna de las plazas su padre le dirá, ahí, mira hijo, esa señora es tu mamá.
Alberto nos platica parte de su historia y el sentimiento que le causa el ver que su hijo, no pierde la esperanza de encontrar algún día a su madre y que lo abrace contra su pecho, el padre compungido, mientras Lalo corre detrás de su inseparable compañero un pequeño cachorro, recuerda la fecha en que su esposa lo abandono dejándole a sus tres hijos para ir al encuentro de otra relación sentimental.
“Me parte el alma cada vez que Lalo me menciona a su madre, él no alcanza a entender lo difícil que es para mí haber pasado por una situación de abandono, y que a su madre no le importaran sus hijos, y menos Lalo que en ese tiempo tenía apenas un añito. Yo como sea que me dejara si ya no se sentía bien conmigo, pero ellos, sus hijos que culpan tenían para que los dejara y se olvidara de ellos para seguir otra relación, a otro hombre”.
Se seca las lágrimas y continua su relato “sabe, cuando ella se fue yo me quería matar, yo la quería mucho, la amaba mucho, entonces andábamos rentando. Le había prometido que le haría su casa, hoy, mire, esta es mi casa, al paso de los años y a pesar de que me dejó casi muerto de dolor, mis hijos me levantaron, me dieron fuerzas, y lo hice, les hice su casa a mis hijos, a mis tres niños que me dejó, cuando ella se fue, mi hijo mayor tenía entonces 5 años el que le sigue 3 y Lalo un año”.
Alberto refiere que la pobreza y sencillez del lugar donde entonces habitaban fue uno de los argumentos que utilizó su esposa para abandonarlo, pero que no justifican su acción.
“Cuando la conocí ella vivía en un lugar más poblado, también era de familia humilde. Un tiempo trabajó en la capital, y pues, allá yo creo que comía mejor, como decimos por acá, comía con manteca, nos casamos y nos fuimos a vivir a Teacalco, allá nacieron mis tres chamacos, y de allá ella se fue a los brazos de otro”, se limpia los ojos y abraza a Lalo que lo ve un tanto confundido.
En su breve lenguaje Lalito como le dice su papá y sus hermanos, insiste en querer conocer a su madre, dice que su mejor regalo será conocerla y que lo abrace.
“Quiero conocer a mi mamá porque todos los niños tiene una mamá, mis amigos dicen que yo tengo una mamá, pero no la conozco. El otro día en la escuela la maestra nos preguntó que queríamos de regalo para el Día del Niño y yo le dije que conocer a mi mamá, me dijo que lo pidiera con fe y que se me iba a conceder”.
Ve a su padre que le sonríe y le confirma “Si hijo, claro que sí, algún día vas a conocer a tu madre”.
