Redacción
La presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Ana Lilia Rivera Rivera, aseguró que sólo la voluntad política y la cooperación internacional, permitirán garantizar la seguridad alimentaria en América Latina y otras regiones del mundo, porque discutir leyes en materia de alimentación no es un capricho ni una moda, sino un tema de derechos humanos.
Al inaugurar el evento preparatorio hacia el “I Foro Iberoamericano y Caribeño por la Seguridad Alimentaria y de cara a los retos y oportunidades en el camino al 2030”, la legisladora destacó que, en estos tiempos, hacer posible el derecho a la alimentación se ha convertido en una preocupación crítica a nivel global, por lo que, desde la trinchera parlamentaria se debe contribuir al diseño de las políticas que permitan alcanzar el objetivo de “Hambre Cero de la Agenda 2030”.
Recordó que, con este objetivo en junio de 2024, representantes del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe, junto a parlamentarios y parlamentarias de España y Portugal y sus socios estratégicos, se reunieron en la Secretaría General Iberoamericana, en Madrid, para presentar oficialmente la Alianza Parlamentaria Iberoamericana por la Seguridad Alimentaria para Todos y Todas.
“En junio pasado, coincidimos en la relevancia de fortalecer la colaboración entre nuestros países para garantizar que todas las personas tengan acceso a alimentos suficientes, seguros y nutritivos. A través de la unión, es posible materializar el derecho a una alimentación adecuada, promover la soberanía alimentaria, proteger la biodiversidad, respetar los derechos de los pueblos indígenas y comunidades rurales y asegurar la seguridad alimentaria”, dijo la legisladora.
Detalló que, durante los dos días de trabajo de esta reunión, los participantes se enfocarán en diseñar una primera propuesta metodológica y de objetivos, que se presentará en el Foro Iberoamericano y Caribeño, mismo que se dará a conocer a través de las alianzas parlamentarias de España y Portugal, y estará alineada con los principales objetivos de la Alianza, que desde su creación apostó por un enfoque sistémico, territorial y centrado en las personas.
La senadora confió en que juntos, con voluntad política y cooperación internacional, se podrá lograr un cambio significativo y duradero, a fin de asegurar un futuro sin hambre, sin malnutrición y que todos contribuyan al derecho fundamental que merece la humanidad que es la alimentación de calidad.
Con ese propósito, dijo, “les invito a que al término de esta jornada logremos alinear nuestros objetivos y estrategias, a fomentar la colaboración y el intercambio de conocimientos, experiencias y mejores prácticas que puedan ser adaptadas y replicadas en otros contextos”.
Además, exhortó a los y las legisladoras de Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México y República Dominicana, presentes en este encuentro, que a lo largo de los dos días de trabajo que dura esta reunión, identifiquen y aborden los desafíos específicos que enfrenta cada región en términos de seguridad alimentaria.
También que promuevan que se escuche la voz de todos los actores relevantes, incluidos los pequeños agricultores, las comunidades rurales, las mujeres y las poblaciones indígenas.
Rivera Rivera adelantó que mañana, durante el segundo día de trabajos, los asistentes realizarán una visita guiada en Tlaxcala, donde podrán conocer los proyectos que se realizan en el estado para promover la agroecología en la producción de alimentos sanos, además del territorio que se asignó en esa entidad donde se han recuperado métodos de cultivo ancestrales, entre otras actividades.
“Conocerán también un mercado alternativo, que tiene más de una década y que lo integran pequeños productores que realizan agricultura 100 por ciento orgánica”, indicó.
La coordinadora regional del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe (FPH – ALC), Sonia Rojas, destacó que el compromiso y la lucha que México hace en materia de seguridad alimentaria es un ejemplo para la región que, consideró, invita a los países a seguir en el mismo camino.
En ese sentido, la parlamentaria de Costa Rica señaló que la crisis alimentaria de Haití es una realidad que invita a “trabajar unidos” y muestra el riesgo en el que aún se encuentran los países de América Latina; “nuestro trabajo de legislar de cara a la realidad y frente a esta situación nos debe mantener como hermanos”, añadió.
Por su parte, Lina Pohl, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, recordó que, según los últimos datos de este organismo internacional, más de 700 millones de personas en el mundo padecen hambre en la actualidad, y de 2019 a 2023 153 millones pasaron a esa condición.
No obstante, precisó que ninguna de esas personas pertenece a México, por el buen trabajo que en materia de seguridad se ha hecho en los últimos años, ante lo que se congratuló ya que nuestro país será sede del I Foro Iberoamericano y Caribeño por la Seguridad Alimentaria en el año 2025.
En representación de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Gloria Sandoval reconoció el trabajo de las y los parlamentarios de América Latina y el Caribe por erradicar el hambre en sus naciones.
Particularmente para México, refirió, el objetivo 2 del FPH-ALC, referente a alcanzar la meta de “Hambre Cero”, representa el mayor compromiso del gobierno mexicano con la población, del cual la próxima administración seguirá atenta. “La generación y el fortalecimiento de nuevas alianzas parlamentarias a nivel iberoamericano y caribeño deberán dar certeza y cause a esta materia dentro de las agendas políticas de cada uno de nuestros países”, subrayó.
A través de un videomensaje grabado, Antón Leis, director de la Agencia Española de Cooperación Internacional, reconoció que la creación de la Alianza Parlamentaria Iberoamericana para la Seguridad Alimentaria para Todas y Todos representa un hito contra el hambre y la malnutrición en la región.
Lamentó que, en la actualidad, 43 millones de personas en América Latina y el Caribe padezcan hambre y 130 millones no tengan acceso a una alimentación adecuada, problemática que impacta principalmente a menores y mujeres, y que subraya la urgencia de tener políticas inclusivas y equitativas que aseguren que nadie quede atrás.