Bernardino Vazquez Mazatzi
Escritor y Periodista
La vacante para ocupar el puesto más importante de un municipio esta abierta. Los patrones, el pueblo, durante casi un mes, estarán revisando las hojas de vida de los postulantes al tiempo que analizan su experiencia, disponibilidad de tiempo, actitudes frente a los retos y sus propuestas de trabajo.
Los contratantes, los ciudadanos, deben poner atención en el potencial solicitante de empleo. Tienen que checar con lupa su pasado en todos los ámbitos pues no pueden darse el lujo de colocar en tan importante responsabilidad a alguien incapaz, inepto, corrupto y carente de sensibilidad. El pueblo ya se ha equivocado y ha pagado las consecuencias.
Los ciudadanos solicitan un empleado de tiempo completo que sirva y atienda con educación, respeto, eficiencia y eficacia todos los días del año las 24 horas del día. No desea ni aceptará que al momento de exigirle el cumplimiento de sus obligaciones exhiba un catálogo de pretextos y argumentos para justificar su inexperiencia o falta de ganas de trabajar.
Se solicita un empleado que cumpla el contrato y pacto que hizo con sus empleadores y que no al final del mismo nos salga conque quiere repetir en el puesto, o que desea separarse del mismo para buscar otro… el contrato es de tres años a cumplirse de forma obligatoria; las ambiciones, si las tiene, las debe satisfacer hasta que haya cumplido pues tampoco se aceptará que utilice como trampolín o plataforma de lanzamiento la responsabilidad que se le confiere.
El empleado que se requiere en el ayuntamiento debe tener un alto nivel de honorabilidad, decencia, honradez y prudencia pues estará expuesto de forma permanente y continua a la tentación de apropiarse de lo que no es suyo, es decir, siempre le será ofrecida la corrupción, el nepotismo y el abuso como moneda de cambio, el enriquecimiento ilegal lo estará acechando, lo acosará y eventualmente, lo convencerá.
Al personal que buscamos y que deseamos contratar debe tener un elevado nivel de paciencia para soportar las presiones desde adentro del ayuntamiento por medio de los regidores, presidentes de comunidad y grupos de poder y, desde afuera, por parte de opositores que no alcanzaron el triunfo. Jamás debe tomar la administración pública o la toma de decisiones como algo personal, en esto se le puede ir la autoridad, la credibilidad y el control del mando.
Nuestro futuro empleado obligadamente debe tener muy aceptable capacidad de diálogo, de negociación y de acuerdos pues enfrentará situaciones en las que la violencia se le ofrecerá como opción o alternativa. Debe entender que la palabra jamás debe ser vencida por la violencia. La intolerancia le podrá parecer otra vía de solución de controversias, pero esa es una trampa que impone la falta de capacidad y la inexperiencia.
De nuestro próximo trabajador exigimos respeto, educación, buena fe, buena voluntad y sobre todo, disponibilidad. Queremos que, como cuando andaba queriéndonos convencer de que era el mejor, empiece a trabajar a las seis de la mañana y le den las 23 horas frente a un escritorio tratando de solucionar los problemas y cubriendo las necesidades sociales, tal y como nos lo prometió y juró.
El siguiente encargado de recibirnos y atendernos en la presidencia municipal no tiene que ser HONESTO, sino HONRADO; su honestidad nos viene valiendo… Robarse un peso o un millón de pesos nos hace igualmente rateros. Quien deba representarnos en la máxima tribuna municipal debe entender el servicio como un honor, una honrosa distinción y una oportunidad de pasar a la historia como aquello que será difícil o imposible repetir en la administración pública.
Exigimos un líder, no un jefe, no un tirano. Requerimos de alguien que no se deje cautivar por el poder, por el dinero o por el alcohol y los placeres. Urge alguien que quiera dejar huellas, no cicatrices, alguien de quien tengamos que sentirnos orgullosos y no avergonzados, esperamos a un presidente que anhelemos saludar no que lo evitemos por la vergüenza que nos representa… vamos por quien lamentemos el final de su gestión y no por alguien que deseemos que se largue.
Así es que señaras y señores postulantes, candidatos a nuestro respeto, confianza y cariño, si ustedes no reúnen TODAS o la MAYORÍA de estas características y si no cumplen con estos requisitos, absténganse de enviar su solicitud: no nos interesan. Recuerden que el primer acto de corrupción se encuentra en aceptar un cargo para el cual uno no es apto.
Evítenos la pena de llamarlos parásitos y de recordarles a la autora de sus días y a sus demás familiares a media administración y que se les juzgue con certeza como saqueadores y que tengan que caminar por nuestras calles con la marca infamante de una administración fallida, corrupta y destinada a la condena.
Los ciudadanos no queremos, no nos merecemos menos de eso ¿Será mucho pedir…?
