Redacción
Si bien, hoy en día existe diversidad de leyes en las que se establecen los derechos humanos de que deben gozar las personas con discapacidad, para la presidenta del Comité del Movimiento de Personas con Discapacidad, Gabriela Hernández Islas, es necesario que tanto las autoridades como la sociedad en general, apuesten a mayores acciones de inclusión a favor de este grupo de atención prioritaria, el cual, continúa siendo discriminado y violentado.
Así lo manifestó, durante conversatorio “Avances y desafíos de la mujer con discapacidad”, efectuado en el Centro de Diálogo y Promoción de la Cultura de Paz de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), como parte de la conmemoración por el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y dentro de las acciones emprendidas por los “16 días de activismo contra la violencia de género”.
Gabriela Hernández Islas destacó que se requiere visibilizar, promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad en todos los sectores, pues, aunque las normas prevén estos derechos, la realidad que enfrentan es difícil ya que prevalecen muchos obstáculos para que tengan una verdadera igualdad de oportunidades.
Incluso consideró que las autoridades gubernamentales de todos los niveles deben impulsar políticas públicas, pero tomando en cuenta las carencias reales a las que se enfrentan, pues hoy en día, no existe un diagnóstico real sobre las problemáticas por las que atraviesan, lo cual ha llevado a ampliar la brecha de desigualdad, más aún para las mujeres.
De entrada, refirió que de los más de 20 millones de personas con alguna discapacidad que representan el 16.5 por ciento de la población, el 53 por ciento son mujeres, pero lo más preocupante es que, dentro de este mismo grupo de atención prioritaria ha existido una discriminación para las mujeres en todos los ámbitos, pues solo por ejemplificar algunos casos, en el educativo, mientras la media nacional es de 9.7 años de estudio, para las personas con discapacidad se reduce a 6.3 para hombres y solo 5.8 para mujeres.
De cada 100 personas con discapacidad que estudian la primaria solo 55 concluyen sus estudios o de cada 10 que estudiaron una licenciatura, solo 7 la terminan, pero de éstos son cinco hombres y dos mujeres, esto, debido a que en el propio núcleo familiar persiste la idea de apoyar en mayor medida al hombre, mientras que a la mujer todavía le restringen su desarrollo, más aún, si se trata de una persona con discapacidad.
Y si a esto se le suma la falta de oportunidades de desarrollo para conseguir empleo, acceder a espacios públicos, facilidades de traslado u otras limitantes, las personas con discapacidad, sobre todo las mujeres, de plano quedan en el olvido y son objeto de múltiples discriminaciones que solo se podrán superarse si gobierno y sociedad, apuestan a mayores acciones de inclusión para alcanzar una transformación multidimensional, se eliminan barreras, hay más empatía, solidaridad y voluntad.
Como parte de esta conmemoración, la presidenta de la CEDH, Jakqueline Ordóñez Brasdefer, junto con los consejeros consultivos y personal de este organismo autónomo, inauguró la habilitación de un segundo cajón de estacionamiento especial para personas con discapacidad frente a las instalaciones de este organismo autónomo, donde se pronunció a favor de que autoridades gubernamentales y sociedad en su conjunto, impulsen más acciones de inclusión y exista mayor empatía a favor de este grupo de atención prioritaria de la población.
Es importante mencionar que, a finales de 2015, la ONU creó un nuevo logo para simbolizar la accesibilidad universal, por lo que ahora se cuenta con una imagen que representa la inclusión y pone en foco la accesibilidad, en vez de la discapacidad; en este caso, la intervención artística fue desarrollada por una artista local tlaxcalteca, cuyo trabajo tiene la intención de educar por medio del arte, a los automovilistas y promover el respeto al derecho a la ciudad de todas las personas.
La esencia de la obra se conforma a través de la morfología y colorimetría que se caracteriza por ser siempre cambiante según el diseño, la composición, proporción e identidad de color. La versatilidad de los trazos sobre el pavimento hace que cada intervención artística se convierta en una pieza única y exclusiva.