El 8 de marzo y en fechas posteriores se celebró el Día Internacional de la Mujer, donde se habló básicamente de una mayor equidad en todos los terrenos sociales y profesionales, así como erradicación de la violencia. Ambos elementos indispensables para una mejor convivencia.
Sin embargo, en donde el rezago es persistente es en el terreno de la participación política. Eso es consecuencia, por un lado, del machismo que se niega a irse en este Siglo XXI, pero por otro, al propio desinterés de ellas.
Ejemplifiquemos: si en la asignación de candidaturas la normatividad partidista – electoral vigente marca que deben ir al 50 – 50 por ciento para hombres y mujeres, ¿por qué solo tenemos cuatro Presidentas Municipales de 60 municipios en Tlaxcala? La capital, Tlaxco, Texoloc y Acuamanala “salvaron” al género.
En contraparte, hay siete diputadas de 25 legisladores locales que proporcionalmente si son un número más significativo, lo mismo que las tres senadoras y dos diputadas federales que siguen vigentes por Tlaxcala.
Pero en el caso de Síndicas, que son más de 50, ellas se encuentra en una fuerte desventaja. Desde el trienio pasado, solo tres o cuatro de ellas lograron sobrellevar una buena relación con su alcalde en turno, pero el resto prácticamente tuvo que navegar solas, al grado de que hubo confrontaciones legales abiertas y pleitos que continúan a la fecha.
Y la suerte para las Síndicas actuales no parecer ser mejor. La violencia política ya se empezó a notar en algunos Ayuntamientos donde se ha propuestos sustituirles la representación legal jurídica y administrativa, a efecto de dotar de ese poder a terceras personas, básicamente al alcalde, o lo que es lo mismo, hacerlas a un lado y dejarlas como figuras de ornato…al tiempo.
Hoy, lo mismo en los pueblos que en las ciudades todavía se acostumbra que si una dama desea ser candidata, tiene que pedirle permiso a su marido porque además este en diversos casos soporta los gastos inherentes a la empresa electoral.
Sin duda una mujer es la mejor administradora de las cosas, pero parece que en México todavía debe recorrer un trecho importante para consolidarse como una lideresa social y política que necesita un Estado o el propio país. Antes y durante el 2018 esas dudas podrían disiparse…Hasta la próxima.