Carlos Noé Sánchez Rodríguez
Se ha anunciado con bombo y platillo, un Plan Estatal de Desarrollo, que va a salir, según dicen los personeros del Gobierno estatal, de los 16 foros de consulta ciudadana que en días anteriores se celebraron en diferentes ciudades del estado, y ese plan va a ser el eje rector de la política económica, social, y política del nuevo gobierno de Marco Mena. Pareciera que de pronto ahora si vamos a tener un plan emanado de la participación popular y que por lo tanto recoge el sentir, los requerimientos y las demandas de la ciudadanía, sin embargo hay muchas voces que indican que todo esto de los foros no es más una especie de farsa: en primer lugar porque en esos foros solo se invito a los “cuates”, es decir a aquellos actores individuales o representantes de “organizaciones” ad hoc, de tal forma que sus opiniones no difieran mucho de las ideas tradicionales de los que han estado en el poder hasta ahora; en segundo lugar el gobierno es el que organiza, escucha y recoge las aportaciones y las acomoda a sus intereses, y en tercer lugar porque quien va ejecutar el plan es el propio gobierno y las puede interpretar a su modo sin dar oportunidad de que la ciudadanía pueda intervenir y orientar las decisiones trascendentales que les atañen.
El concepto de democracia es entendido por los diferentes gobernantes de diferente manera, para nuestro gobernador realizar los foros de participación ciudadana es suficiente, pero en realidad sigue la misma línea esencialmente, de mantener a las masas populares apartadas de la cosa pública, totalmente alejadas de la actividad de gobernar y sin ninguna posibilidad real de participar en las grandes (y aún en las pequeñas) decisiones que tienen que ver con sus libertades, con sus derechos y con sus niveles de bienestar. Un botón de muestra es que sigue sin atender a los jóvenes organizados de la FNERRR, que es una organización nacional de estudiantes que ha demostrado que gestiona, que aporta, que construye, que trabaja en bien sobre todo de los estudiantes más pobres para que sigan estudiando, y si ahora se han puesto en activo con un plantón es porque ya lleva varios años gestionando escuelas en lugares donde no hay, y muchos estudiantes se quedan sin cursar el bachillerato, además luchan por los recursos que gestionaron para construir a una casa que pueda albergar a muchos estudiantes que no tienen posibilidades de seguir sus estudios de nivel profesional, es a la FNERRR a la que debería de consultársele como mejorar la educación, y aprenderían mucho más, tanto el Secretario de Educación como el señor gobernador, que tratando de interpretar una reforma educativa que en esencia, los jóvenes ya la están creando.
Para llevar a efecto una política de verdadera y real consulta a la ciudadanía sin simulación, la forma más concreta y eficiente de hacer participar a los ciudadanos en la llamada gobernanza es a través de las organizaciones serias, fuertes y con compromiso con las mayorías depauperadas de nuestra nación. En efecto, dichas organizaciones no solamente les permiten unificar criterios sobre los distintos problemas que las afectan y, por tanto, proponer soluciones efectivas y racionales a los mismos; también son remedio eficaz en contra de la pulverización de fuerzas característica de los grandes conglomerados no organizados y, por lo mismo, una vía segura para ganar peso específico en el panorama nacional y, con ello, aumentar sus posibilidades de ser escuchados y atendidos en sus planteamientos.
Pero la mayoría de los gobernantes no están en la idea de darle contenido democrático a su forma de conducir sus administraciones, sino que piensan solamente en obtener el poder por vía legitima para volverlo en contra de quienes lo llevaron a él y por eso desprecian a las organizaciones, porque ven en ellas un peligro para su gobierno vertical, llegan a pensar y a decir que organizarse es un delito, y cualquier reclamo es un chantaje, pero están completamente equivocados, organizarse y movilizarse públicamente no solamente es un derecho consagrado por la Constitución, sino que debe y es parte de la estructura social necesaria para defender los intereses de la porción de la sociedad que le corresponde, un gobierno que conculca la organización de los jóvenes o cualquier otra, y la ignora no respondiendo a sus demandas es una contradicción y una amenaza real para la paz social, por cuanto que cierra las vías de una convivencia social y una válvula de escape a nuestra conmocionada sociedad.