I. Carolina Campos
Ventanas rotas de Palacio de Gobierno, algunos postes utilizados como arietes y cientos de marchistas rociadas con polvo de extintores, fue parte del saldo que tuvo la movilización por el Día Internacional de la Mujer, este miércoles por la tarde en el centro histórico de la ciudad de Tlaxcala.
La marcha inició en punto de las 15:00 horas desde el Asta Bandera en avenida Independencia y se trasladó hasta el zócalo capitalino sin mayores complicaciones, sin provocaciones ni agresiones, ante la mirada de policías estatales emplazados a lo largo del camino por donde pasaron al menos mil 500 mujeres.
Pero fue luego de los pronunciamientos de representantes de colectivos, sindicatos, activistas y familiares de víctimas y tras pasar lista a las que faltan, que subió de tono la manifestación que llevó la tensión al máximo.
De las pintas y cánticos, grupos pasaron a intentar derribar la valla metálica de más de tres metros que se colocó alrededor de Palacio de Gobierno, lo cual no consiguieron tras un par de horas; incluso fue utilizada, sin éxito, la circulación de una tanqueta de la Policía Estatal para intentar disuadir a las manifestantes, lo que las encolerizó más y aumentaron las protestas.
Y es que del polvo de extintor, fue lanzada al menos una granada de gas lacrimógeno que no pasó a mayores.
Todo, entre ello, la presunta utilización de inhibidores de señal, fue documentado por observadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) que se dieron cita en el lugar.
Al final, las vallas metálicas resistieron proteger monumentos históricos, incluyendo el conjunto conventual San Francisco.
A lo largo del camino hubo muestras de sororidad con las marchistas, pues se colocaron “puntos seguros” para brindar agua, señal, de internet, sanitarios y espacios de descanso para quien así lo quisiera.
